Buenas y febriles tardes.
He tenido el mismo tiempo que siempre para escribir algo interesante y aportarlo a SIBARITAS: ninguno¡¡¡¡ Sin embargo, quería hacer una pequeña reflexión sobre algo que me tiene bastante nervioso desde hace algún tiempo. Y es que resulta que a finales de junio voy a coincidir en un “evento” con el grupo de personas a que me refería en mi escrito anterior (“personajes” los llamaba, en el sentido más cariñoso). El sólo hecho de pensar en tal circunstancia me provoca un estado de ansiedad y de inquietud derivadas de una serie de dudas que me surgen. Así, si pudiera elegir, ¿pediría estar con ellos? Si así fuera, ¿tendría fuerzas suficientes para aguantar tal cometido? O, por el contrario, ¿sería mejor ejercer de mero espectador en la distancia?
Las dos posibilidades me abruman, me apetecen y, sobre todo, me sobrepasan. Quiero que llegue ya ese día, que no dejo de imaginar en mi cabeza, para ver cómo sucede todo. Seguro que increíble.
El evento al que me refería, que todos tenemos en la cabeza, no por esperado y previsible deja de ser excitante. Lo es por los protagonistas, personas a las que adoro; lo es por el escenario donde se va a desarrollar, que simplemente no tiene descripción; y lo es por lo que significa, que tampoco la tiene.
Llega como resultado del esfuerzo empleado por los “no mencionados” protagonistas, sobre todo por uno de ellos (¿?¿?¿¿?), de aguantarse a sí mismos en su lucha diaria contra cientos de temas, y de aguantar al de enfrente con no menos excusas. Tal circunstancia pone de relieve más aún, si cabe, la importancia de la celebración del referido acontecimiento (vivir con un Presidente me hace ser retórico sin quererlo, mil disculpas).
Volviendo al punto anterior, ¿seré capaz de estar a la altura de un polifacético creador del 7º Arte, un reconocido albañil de guante y pluma blancos (“reconocido” porque los que lo conocemos…lo “reconocemos”… en el tema de la pluma no entro), y un ilustre poeta amante de las fuentes del derecho? Sé de buena tinta que habrá más destacados personajes ese día, que también suelen “coincidir" por aquí últimamente, pero aún no me atrevo a dar una descripción concreta de los mismos, aunque la tenga…
Sé también de sobra que todo saldrá a pedir de boca, que se darán todas las premisas necesarias, relacionadas con las fuerzas de la naturaleza, para que todo quede simplemente perfecto, y que recordaremos para siempre ese momento (en realidad, serán 1.324 momentos).
Cuento los días para que llegue EL DÍA.
Saludos cordiales, la fiebre y el trabajo me impiden continuar.
1 comentario:
Pues sí, hay bodas y bodas. Y yo que no soy muy amigo de estas ceremonias hay una que no me perdería jamás: La de la bella y traviesa Merceditas y el sin par y vitalista Don Luis. Todo ello rodeado de toda una diversidad de personalidades o personajes...
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