martes, 9 de diciembre de 2008

CARTA DE RECOMENDACIÓN

Distinguido Señor,




Con ocasión de la solicitud de Beca …. Al dirigirme a usted tengo el honor de hablarle de Don G. De C. y M.

Casi debo obviar las referencias a su cualificación profesional, G. posee la más alta cualificación que se exige en la Administración Española: ha superado brillantemente las pruebas selectivas y es por tanto miembro por oposición del prestigioso cuerpo de Administradores Civiles de Estado, grupo A; lo que le ha dotado de un conocimiento enciclopédico del sistema político, económico y administrativo no sólo en España, sino también en el derecho comparado.

Su formación académica y Humanista se ha completado, aparte de por su licenciatura en Derecho, en las diversas estancias en el extranjero, disfrutando de la Beca Erasmus y en otras condiciones, es además un lector voraz, y ha sido colaborador en diversas publicaciones nacionales y europeas. Los datos anteriores son objetivos y comprobables a través de su envidiable currículum vitae, huelga mayor comentario.

Debo centrarme, ese es mi ánimo, en trasladarle a usted mi percepción de G. de C., desde el punto de vista humano, de sus capacidades, aptitudes, y de su adecuación para el desarrollo de un proyecto tan hecho a su medida.

Me resulta especialmente difícil definir, y enfrascar su personalidad por la gran cantidad de matices que presenta una persona tan excepcional en muy distintos ámbitos. Debo sin embargo destacar la gran capacidad de G. para adaptarse a los nuevos ambientes, la extrema responsabilidad y seriedad en cualquiera de las empresas que acomete, así como su espectacular aptitud como comunicador, G. es además un redactor elegante, que dota de un brillante aplomo a sus conclusiones.

G. resalta especialmente por su sagacidad como identificador de problemas en sistemas complejos y su eficacia en la propuesta de alternativas y resolución práctica.

Es firme en su permanente búsqueda de la excelencia en cualquier actividad y a la vez capaz de agotar hasta sus últimas consecuencias cualquier tema de investigación que se haya planteado. Conocedor del éxito a través del esfuerzo, posee un irrefrenable afán de superación, fina inteligencia e innegociable ética y moral.

El proyecto que G. se propone acometer no es sino la explicación del siguiente estadío natural en la evolución el Estado de Derecho, una vez agotado el discurso del llamado Estado del Bienestar.

La Democracia no debe sentirse satisfecha si existen nuevos cauces que permiten profundizar en ella sin aprovechar. G. será capaz de analizar exhaustivamente el objeto de este estudio y hacer nuevas propuestas del máximo interés en un asunto que define al hombre, como es: la necesidad de la vida en sociedad a través de un sistema legítimo.

Debo terminar recordando que he conocido a G. desde el punto de vista profesional y personal, en el primero su seguridad es aplastante, en el segundo siempre hemos reconocido en él un entrañable compañero, generoso y elegante como persona, poseedor de la cualidad innata de la empatía instantánea con sus semejantes y dotado de una especial sensibilidad que sólo las personas de gran bondad tienen.

Es justo que me confiese admirador de una persona a la que he tenido la suerte de conocer, e incluyo en el patrimonio que tengo como persona, y de las que mas he podido aprender; y es justo que se le dote de algún instrumento mas, como los que ustedes proporcionan en su probado sistema de aprendizaje para que su formación revierta en beneficio de todos.


Atentamente,

A VER SI SE ACABA LA ENCUESTA



El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
Al destierro con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo…
Nadie responde. Al pomo de la espada
Y al cuento de las picas, el postigo
Va a ceder…¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
De eco ronco, una voz pura, de plata
Y de cristal, responde… Hay una niña
Muy débil y muy blanca

En el umbral. Es toda
Ojos azules; y en los ojos lágrimas.
Oro pálido nimba
carita curiosa y asustada.

-¡buen Cid! Pasad… El rey nos dará muerte,
Arruinará la casa
Y sembrará de sal el pobre campo
Que mi padre trabaja.
Idos. El cielo os colme de venturas…
¡ En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada!


Calla la niña y llora sin gemido…
Un sollozo infantil cruza la escuadra
De feroces guerreros,
Y una voz inflexible grita: << ¡en marcha! >>,

El ciego sol, la sed y la fatiga,
Por la terrible estepa castellana,
Al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.




Parafraseando a Gregorio, que sabe escoger muy bien las palabras para expresar sentimientos profundos, que salen, no del corazón, sino de las tripas, que es de donde salen esos sentimientos: estoy hasta los huevos!, Gregorio estaba hasta los huevos de la oposición (que luego aprobó apabullantemente, y Alejandro y yo que lo viéramos), yo, estoy, cariñosamente hasta los huevos de Alejandro, Ismael y Víctor, y de la madre que los parió.

Aquí lo que pasa es que se juntan el hambre con las ganas de comer: Víctor, que es caústico, ahora resulta que además, tiene una natural elegancia para retorcer nuestra imaginación en cada texto suyo. Alejandro, donde los demás vamos palpando, él ve; donde nosotros oímos un murmullo, él oye. Los que lo conocen bien tienen ganas de llamarlo el Beta, en recuerdo del gran Eratóstenes, porque como decían de él, coño es verdad! es el máximo conocedor de cualquier tema después del consumado especialista en la materia, y se referían a él por tanto con la segunda letra del abecedario griego. Pero ahora está enamorado de una eminencia. Las eminencias eran unos viejecillos enjutos, adorables ratones de biblioteca, de pelo blanco, pajarita y chaqueta de cuadros dos tallas grande. Ahora en cambio las eminencias son supermujeres de 1,80 , ojazos-tia buena-bombón (así todo junto), con un currículum vitae apabullante, que hablan varios idiomas, tienen más curvas que un parque de atracciones, y van por la calle partiendo las baldosas del suelo a cada paso. Donde llegan siempre hay quien quiere becarlas, salvo que sea un bar, claro, donde los machitos de turno saltan unos sobre otros para invitarlas a una cerveza. Son el siguiente eslabón en la evolución humana, yo no pensé nunca que llegaría a conocer un ser así, pero ahora si caemos en la cuenta conocemos a más de una, nos jactamos de ello y nos encanta. Belén, ya le dije a Alex que te iba a comentar.

Volviendo al tema, Ismael, tiene la voluntad virgen, y huelga mayor comentario porque ya lo hice en su día.

Todos son además, presos de su inteligencia y Valle que tiene el don de la palabra, y de la oportunidad comentando la jugada. Que Dios nos pille confesados.

Pero esto qué es?! Que me vais a dejar solo en el blog? Vais dados, os pienso dar a cada uno lo que os merecéis.

Hasta ahora me ha bastado con recurrir a Aciato, unos cuantos latinajos, y poner sobre la mesa todo el peso del Liber Cronicharum… eso, siendo bueno cumplido y trabajador -que es lo más horrendo que me ha dicho nunca una mujer- manejado con la dialéctica de vendedor de Biblias a domicilio que poseo, ha sido bastante para teneros a mi lado, pero no ha sido lo suficientemente chulo para los señoritos.

Bien pues me habéis obligado a comenzar con M. Machado (Dicen los entendidos que el bueno, que el que inventó cosas en el lenguaje, era su hermano, pero a mí me resulta más tiernamente sobrio, como el que está sobrio después de una buena resaca al lado de una desconocida, el autor del comienzo). Pero acabaré con vosotros con un peso pesado, mirad a lo que me obligáis, Calderón de la Barca para el que quiera verlo.

Recuerdo que hace años, cuando era pequeño, estaba yo con mi Pae en una hermosa sucursal de la Caja General de Ahorros de Granada haciendo cola para sacar dinero a crédito -que es el único tipo dinero que hemos visto en casa- cuando un señor mayor, pero no tanto, descaradamente, pasó por delante nuestra, entremetiéndose. Con cara de niño asustado, miré hacia arriba, esperando la reacción severa de quien me proyectó para este mundo, porque quien le conoce sabe que mi padre no es hombre de medias tintas y nadie ha conseguido nunca obligarle a nada, y menos sin salir escaldado después de oir unas cuantas cosas a la cara. Cuál fué mi asombro cuando mi padre dió un paso atrás, retirándose y dejando paso al señor. A continuación se dirigió al sujeto este y le dijo en tono amable pero firme: -“no se preocupe caballero, nosotros no tenemos prisa, y aunque la lleváramos le debemos un respeto, aunque sólo sea por su edad y estamos encantados de cederle a usted el paso”.

Enseguida me llevó un poco apartado y me dijo en voz alta unas palabras que no olvidaré: -“ Luis, aunque en otras épocas no fuese así, tienes que saber que hoy las personas no se distinguen por el dinero, sino que deben distinguirse por la educación y el gusto; el gusto, no se lo podemos exigir a todos, porque necesita cultivarse, pero la educación sí, porque ésta, no consiste en saber ordenar en la mesa el cuchillo y el tenedor, ni las últimas normas de protocolo, esos son detalles pequeños, consiste en una natural generosidad con los demás reconociéndoles nuestra misma dignidad… es como el honor; y Luis, la vida y la hacienda si es necesario al rey se han de dar , pero el honor, el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios”.

Se hizo un silencio aplastante, en esa sala donde quedaban aún unas cuantas personas, y vimos subir en el señor un fuerte rubor que le invadió toda la cara; sintió, yo creo, cómo las miradas de los que nos rodeaban se clavaban en su espalda y aunque ya había iniciado su gestión con la cajera, sin acabar, se dió la vuelta y nos dijo: “Perdonen señores creo que me he equivocado, me parece que les tocaba a ustedes” y comenzó a caminar con paso corto y triste y salió por la puerta, sin mirar atrás.

Mi padre y yo acabamos nuestro papeleo en 5 minutos y salimos a la calle donde hacía un sol radiante. Yo me encontraba enormemente feliz, me acababa de dotar con una de esas armas para la vida que no se enseñan en la escuela, mi padre siguió como si tal cosa, porque él es así todos los días.

Vivíamos contentos en un blog que era una mezcla entre el camarote de los hermanos Marx y la antesala del despacho del abogado de Josef K. y ahora corre el riesgo de convertirse en un burdel. Por Dios, y por la Virgen; y por todos los Santos haced el favor, por favor.

lunes, 24 de noviembre de 2008

UN VISTAZO A LAS TARJETAS DE VISITA


La tarjeta de visita es de uso indispensable en las relaciones profesionales hoy día, pero ¿desde cuándo existen?, ¿de dónde proviene su uso?, y ¿quiénes fueron los primeros en usarla?.
La respuesta a la primera pregunta, como en muchas ocasiones, proviene de China. Las primeras tarjetas de visita se usaron en la China del siglo XV.
Como en muchas otras ocasiones, solamente tenemos que prestar atención al lenguaje que utilizamos para dar respuesta a una duda. Como su propio nombre indica, la tarjeta de visita se utilizaba como fruto de una rica vida social. Hasta hace unos años era muy común la práctica de realizar visitas a conocidos y familiares. De hecho puede que alguien recuerde la costumbre de tener en casa una sala o salón para las visitas, sobre todo en casas de abogados, médicos, o profesiones que tuvieran una gran admiración social.
Las tarjetas de visita se utilizaban cuando al realizar una de estas visitas, los dueños de la casa no se encontraban y se dejaban una de estas cartulinas como prueba (o acuse de recibo lo llamaríamos hoy día), de haber pasado por allí.
Pero no solamente nos referimos a un hábito de hace veinte años, podemos remontarnos unos centenares de años atrás. En el siglo XVIII los lacayos entregaban en las casas que se iban a visitar una tarjeta de visita de sus aristócratas con el objetivo de anticipar su llegada de forma solemne.
¿Cuándo comenzó a extenderse la práctica de poseer una tarjeta de visita?
Ya en el siglo XVII, en la corte francesa de Luis XIV se utilizaban las ‘Carte de Visite’. Se trataba de unas tarjetas cuya apariencia las asemejaba a un naipe, donde las personas escribían notas.
Cierto es que a día de hoy tenemos múltiples redes sociales online que integran diferentes herramientas como vídeos, fotos, tu currículum o datos, pero… ¿Son realmente pioneras? Si en lugar de usar el diccionario, hacemos uso de un libro de historia de la fotografía, obtendremos esta respuesta: no.
Desde mediados de 1800 hasta finales del siglo XIX se popularizó entregar fotografías como tarjetas de visita, donde se apuntaban notas. De este modo se popularizaron dos fenómenos a la vez: la fotografía, y las tarjetas de visita, ya que éste formato fotográfico fue el más común en las litografías de la época.
Se popularizó la técnica del retrato hasta el punto que esta costumbre se hizo un hueco no solamente entre la clase alta, sino también en clases menos acomodadas. Se buscaba replicar fácilmente las copias de las fotos, pero no era fácil. En estos intercambios de tarjetas, se comenzó a fomentar la entrega y el intercambio de fotografías. ¿Era el primer Facebook de la época?
Puede que sí, el caso es que su responsable fue el fotógrafo parisino André Adolphe Disdéri, un nombre de gran importancia en la historia de las tarjetas de visita, quien creó (1854) una cámara fotográfica dotada de varios objetivos. Esta modificación le permitió impresionar, en la misma placa donde antes sólo cabía una única imagen, hasta 12 pequeñas fotografías Esta placa recibió el nombre Carte-de-Visite.
Los burgueses fotografiados rellenaban, después, su tarjeta de visita con sus datos personales, para repartirlos posteriormente a modo de presentación personal.
Poco a poco las fotografías dejaron de hacerse en estudios y fueron aplicándose detalles en la estética que apoyara la información profesional, como hacerse fotos con las herramientas propias de cada gremio, o emblemas que los hicieran reconocibles.
Pero como en muchos casos, cada país tuvo una versión diferente. En Inglaterra, aunque hubo Cartes de visite y la misma reina Victoria permitió la venta de 70.000 tarjetas con su propia fotografía, e incluso coleccionaba álbumes con tarjetas de la nobleza europea, la forma más característica de tarjeta de visita fue completamente comercial.
Las denominadas ‘Tradecards’, tarjetas de comercio, servían como medio de difusión para los negocios que querían llegar hasta los clientes.
En esta época no existía Google Maps, pero estas tarjetas incluían en muchas ocasiones incluso un pequeño mapa para facilitar a los posibles clientes acceder a sus establecimientos. Tampoco existían las adwords, pero las mismas tarjetas eran un efectivo y visual medio publicitario, que evolucionaron de la mano de la revolución industrial, y que a mediados de 1800, con la llegada de la imprenta litográfica, llegaron a derivarse en múltiples y diferentes modelos.
¿Cuál fue la siguiente evolución de las tarjetas de visita?
En 1863 la firma inglesa Windsor & Bridge Co. sacó un novedoso formato que desbancó las Cartes de Visite. Se trataba del formato Cabinet, de 10 por 15 centímetros, que en 1970 ya había desbancado al antiguo modelo.
Finalmente Disdéri, el fotógrafo que popularizara las tarjetas de visita y que obtuviera una gran fortuna por diferentes inventos relacionados, terminó como fotógrafo ambulante, y murió en un hospital benéfico en la más completa pobreza.

martes, 18 de noviembre de 2008

El Denny Crane español‏...


En relación con el inaudito burofax recibido en el día de hoy, firmado por un tal ...........................
le comunico que no les consiento que se dirijan a mi con semejante desatino, más propio de una caterva de acémilas asilvestradas que de personas, y de ninguna manera pienso aceptar ni agravios e intimidaciones, a todas luces ilícitos e irresponsables, de ustedes. Remití en su momento contestación al nefando fax ya reseñado, por educación y no por obligación, educación que de manera manifiesta ustedes carecen: No se puede compeler a nadie a realizar algo a lo que no está obligado, premisa base de toda relación jurídica, y menos intimidar para que lo realice.
Les emplazo para que, a la mayor brevedad me remitan escrito donde se recojan las disculpas necesarias por las formas y maneras que se han dirigido hacia mi persona, y que estas disculpas sean de mi total satisfacción, en caso contrario yo si que ejecitaré las acciones legales oportunas.
Fuente: Gonsalou of the Valley-Ynclein Quien es Denny Crane? Boston Legal
Seria interesante que la fuente nos aclarase en los comentarios algún detalle más, please.

El niño que ha robado la sed a medio millón de africanos.


Ryan Hreljac, Canadá (3/5/1991) tenía sólo 6 años cuando decidió poner en orden su pequeño mundo. Si él podía disponer de agua potable abriendo un pequeño grifo ¿Por qué al otro lado del planeta no podían hacer lo mismo?. Con esta lógica aplastante, modelo y ejemplo fagocitador de otros proyectos considerados adultos, nació de sus manos “Ryan’s Well” la empresa más fascinante que un niño de su edad haya emprendido jamás. Fue tal el empeño que hoy, con tan sólo 17, preside una de las mayores ONG para la implantación de modelos de desarrollo en la crisis de agua. Desde entonces y hasta ahora ha dado servicio de agua potable a 577,640 personas.


La historia.
Un día del inolvidable invierno de 1998, en Kemptville (Ontario) localidad natal de Ryan, la profesora del Colegio St. Michael, Mrs Nancy Prest estaba dando una pequeña charla a su clase de primer grado sobre las condiciones y salubridad de los estudiantes de su misma edad que vivían en África. Preguntó a sus alumnos si sabían cual era la primera causa de muerte entre sus homónimos los africanos. Todos los niños convencidos de que era la escasez de alimentos se sorprendieron al saber que es la mala calidad del agua que beben lo que diezma las aulas de sus ‘antípodos‘.
Ryan Hreljac quedó muy extrañado por la falta de ‘agua limpia’ y preguntó a Nancy cuanto costaba un grifo en África. Mrs Prest, desconcertada, anticipó a Ryan una cifra que había leído en algún documento: 70 dólares por una bomba extractora. Ese mismo día al llegar a casa, Ryan, que todavía estaba aprendiendo a conocer el valor monetario de las cosas; pidió a su madre el dinero para comprar un grifo y enviarlo por correo.
Susan, la primera persona que padeció el ‘Ripple Effect’, ignoró entre la bula y el desconcierto las inquietudes de su hijo. Pero Ryan insistió durante toda la semana sobre el dinero e incluso le propuso hacer las tareas domésticas durante todo un año para ganarse la posibilidad de decidir que hacer con un primer sueldo.
“No lo entiendes mamá”, dijo, con lágrimas llenando sus ojos. “Los niños están muriendo simplemente por no tener agua limpia!”
Su madre, aceptó el reto, a sabiendas de la escasez de constancia en un niño de su edad . Ryan aspiró, limpió las ventanas y con mucha determinación, trabajó pacientemente y ahorró cada moneda dentro de una lata vieja de galletas. Su madre, cómplice del juego que no del propósito, le anticipaba las monedas ganadas en tarea. Sus dos hermanos se implicaron del proyecto pero pronto claudicaron ante tanta bendita tozudez . Ryan hizo todas las tareas que le permitían su corta estatura desde enero de 1998 hasta finales de abril.


Susan acompañó entonces a su hijo a la oficina de la Watercan para entregar sus ahorros. La directora ejecutiva Nicole Bosley explicó al encorbatado niño que con 70 dólares solamente se puede adquirir una bomba de mano. Para perforar un pozo se necesitarían unos 2000. A lo que Ryan contestó:
¿Tendré que hacer más quehaceres entonces.?
Nicole Bosley, nuestra segunda cautiva del ‘Ripple Effect’, convenció a sus superiores y a la Agencia de Desarrollo Internacional de Canadá para pagar la factura del pozo a medias con Ryan. Lo que dejaba la cifra en 700 dólares de ‘trabajos forzados’ en el hogar de los Hreljac. Una familia de clase media-baja con recursos económicos limitados.
Inmediatamente la onda del ‘Ripple Effect’ se propagó por la comunidad y vecindad de Ryan quién no tardó en recolectar el dinero suficiente para la inversión de su primer pozo. La Watercan concedió entonces una entrevista a Ryan con Gizaw Shibru, el director para Uganda de todos sus programas de acción. Ambos eligieron la escuela de Angolo en Otwal como el destino del pozo, una localidad al norte del país azotada por el SIDA y la sequía donde 1 de cada 5 niños moría antes de cumplir la edad de Ryan.
Pero la ambición de Ryan no quedó a expensas de las voluntades adultas. Cuando se enteró que los pozos se perforaban a mano transformó su renovada obsesión en una nueva onda cautivadora en busca de los 25.000 dólares que costaba un taladro móvil. Su madre atrapada entre el orgullo y la devoción consiguió una entrevista a través de su amigo periodista Puddicombe Derek para el periódico ‘Ottawa Citizen‘ que desembocó en un documental para la TV y la llegada de cheques y donaciones desde todos los puntos del país.
Mientras, en su clase, la profesora Nancy inició un intercambio de cartas con los alumnos de la escuela de Uganda:
…Querido Ryan, me llamo Akana Jimmy. Tengo 8 años. Me gusta el fútbol. Nuestra casa está hecha de hierba. ¿Como son en los EEUU? Tu amigo, Akana Jimmy.
Ryan contestó con:
..Querido Jimmy, Debe ser fantástico tener una casa hecha de hierba. Tengo 8 años. ¿Bebes agua de mi pozo todos los días? ¿Cual es tu materia preferida en la escuela? Iré a Uganda cuando tenga 12 años. Mi casa está hecha de ladrillos[...] Escríbeme pronto. Tu amigo Ryan.
La carta adjuntaba una fotografía de Jimmy. Un estudiante con una historia también cautivadora que había logrado escapar de las garras del Ejército de Resistencia del Señor o LRA. Durante semanas Ryan adoptó como suya la imagen de su nuevo amigo. ¿Podría reunirme con él?. Se preguntaba. Susan y su marido pensaron que quizás, algún día, podría permitirse un viaje. Tal vez cuando Ryan cumpliera los 12. Pero Ryan no podría esperar tanto. Pronto, el efecto rebote de la siguiente onda atrajo a un adinerado ejecutivo del barrio que donó a los Hreljac su tarjeta de puntos aéreos, recolectados en sus infinitos viajes, lo que permitió a Ryan viajar a conocer a su nueva alma gemela.


En el mes de julio de 2000 Ryan llegó a la ciudad de Otwal acompañado de sus padres. 5000 niños le esperaban coreando su nombre.
“¡Saben mi nombre!?. Dijo asombrado...


“Todos los que viven a 100 kilómetros saben tu nombre, Ryan..." dijo Gizaw Shibru.

Al final del pasillo humano le esperaba su amigo Jimmy. Éste agarró de la mano a Ryan y se lo llevó a ’su’ pozo para que pudiera cortar la cinta.
Inauguraba entonces el primero de los 432 pozos que a través de 15 países (fundamentalmente en África) ha perforado con las inversiones de su Fundación.

Este es el principio del documental.

http://es.youtube.com/watch?v=fWk2_LZ1zFM&eurl=http://kurioso.wordpress.com/2008/09/25/el-nino-que-ha-robado-la-sed-a-medio-millon-de-africanos/

Fuente: Kurioso.

El riquísimo acervo pátrio en cuestiones lúdicas... EL POLLO!

lunes, 17 de noviembre de 2008

La hidromiel, bebida de dioses


La hidromiel, bebida de dioses, es un brebaje preparado por fermentación de una mezcla de miel y agua, que alcanza cierta graduación alcohólica. Ya se conocía hace más de 2000 años, como se ha visto en escritos sagrados de la antigüedad. En la Grecia clásica se conocía como melikraton y los romanos imitaron esta costumbre, a veces incluso mezclando con vinos que endulzaban de esta manera.
Otros pueblos y culturas tan dispares como la maya, celtas, sajones y vikingos consumían con frecuencia esta bebida, con diferentes variaciones.

Su elaboración, una vez mezclada la miel con el agua, es compleja, ya que muchas veces se hace necesaria la adición de fermentos del vino para que se complete la fermentación, que puede durar hasta dos años en barricas de madera.
En la calidad de esta bebida influye mucho el tipo de miel utilizada, que debe ser clara y de sabor muy dulce, como la miel de trébol. La fermentación depende en gran medida de la temperatura ambiente, que los primeros días debe ser alta. Además era costumbre aromatizarla con especias e hierbas variadas, como corteza de árboles, anís, hojas de té, canela, etc.
Pero a partir del siglo XI el consumo y producción de hidromiel fue siendo desplazado por la extensión de los cultivos de vides y por la cerveza, bebidas mucho más populares desde entonces.
En el siglo XVI existía la tradición de dar hidromiel a las parejas recién casadas durante un mes lunar tras la boda, para conseguir un hijo varón. De aquí el nombre de “luna de miel” que se ha conservado hasta nuestros días.


Curioso, ¿no?.

La ceremonia del té de las cinco


Para los británicos el té, al igual que ocurre en China y Japón, es servido como parte de un ritual no tan rígido como en oriente, pero que debe seguir sus pasos.

La ceremonia del té de las cinco, seguida puntualmente por millones de ingleses, es una costumbre muy asentada desde que descubrieron las virtudes de algunos de los mejores tés del mundo, cultivados en las montañas húmedas del norte de la India, la “joya” de la corona.
Lo primero, por supuesto, es adquirir un buen té inglés, de buena calidad. Normalmente se trata de tés negros fermentados procedentes de las mejores zonas productoras del mundo, situadas en las montañas del norte de la India y la actual Sri Lanka.
Hojas recolectadas a mano, secadas y fermentadas de forma natural. Hoy día es fácil encontrar buenos tés en cualquier lugar, pero siempre hay que asegurarse de que se haya conservado correctamente.
Olvidemos las bolsitas de té, que han triunfado comercialmente por su comodidad, pero que están hechas con los restos pulverizados de las hojas que no se pueden utilizar en otras presentaciones. Por tanto, de inferior calidad.
Lo segundo es disponer de una buena tetera, las mejores son de loza vidriada, con un grosor adecuado para mantener la temperatura. Es preferible que sean bajas y anchas, para que en el interior el movimiento de las hojas de té sea el correcto.
Por efecto del calor, las hojas de té adoptaran en el interior de la tetera un movimiento circular, por efecto de la convección. El agua de la parte superior, al enfriarse, bajará, dejando paso al agua más caliente de la parte inferior, arrastrando en su movimiento a las hojas de té. Por esto mismo no es necesario remover el té durante el tiempo de infusión.


Primer paso: Calentar el agua.
Llena la tetera con el número de tazas de agua que queramos obtener.Usa para medir las tazas de té, que son más pequeñas que las de café. Si el agua del grifo tiene mucho cloro o sabor mejor utilizar agua mineral. Pasa el agua a un hervidor eléctrico o a un cazo al fuego y deja calentar hasta que empiece a hervir.
Segundo paso: Calentar la tetera.
Llena la tetera con el agua hirviendo, tapa y deja un minuto, para que la loza se caliente y así mantenga mejor el calor durante la infusión posterior. Vierte el agua de nuevo en el hervidor o cazo y deja calentar de nuevo.
Tercer paso: Añadir el té en hojas a la tetera.
Normalmente se añade una cucharadita, de las de té, muy pequeñas, sin colmar, de hojas de té negro por cada taza que hemos medido en el primer paso, más una cucharadita extra “para la tetera”, sea cual sea el número de tazas. Tapa y deja reposar mientras el agua se calienta de nuevo, así las hojas se van abriendo y absorbiendo la humedad que hay en el interior de la tetera caliente.
Cuarto paso: Calentar el agua de nuevo.
Vuelve a calentar el agua hasta que rompa a hervir. Cuenta un minuto desde que rompe el hervor y vierte dentro de la tetera. Los puristas dicen que la temperatura ideal debe ser inferior a los 100º, en torno a 80-90º. Por eso nunca se debería hervir el té directamente en el agua, sólo infusionarlo.
Quinto paso: La infusión.
Una vez añadido el agua, rápidamente removemos unos segundos con una cucharilla y tapamos lo antes posible. Hay amas de casa que para mantener el calor tapan además la tetera con una funda de tela acolchada. Ahora, sin mover de su sitio, dejamos reposar durante al menos 5 minutos, para un té más suave, o 10 minutos si nos gusta más fuerte.
Sexto paso: Servir el té.
Una vez ha reposado se sirve directamente en las tazas. La costumbre, si se quiere añadir leche o crema de leche, es servirla antes del té en la misma taza. Al verter el té caliente sobre la leche la mezcla es inmediata y no hay que remover.



HAMBURGUESA SANA VS HAMBURGUESA BASURA, LA GUERRA ESTÁ SERVIDA.


¿Qué pasaría si después de tanto meternos con las hamburgesas de Mc Donalds y Burguer King, resulta que son las mejores? Bueno, ¿o si no son las mejores, por lo menos son las menos malas? Pues parece que está es la conclusión que se desprende de un estudio de Consumer. Y sí le damos credibilidad, por lo general, a los estudios de Consumer, ahora no iba a ser menos, ¿no?
Del estudio, del que solo se han estudiado las hamburguesa en si mismas, es decir solo la carne se desprenden que por información calórica, precio, contenido en grasas, las hamburguesas de McDonald’s y Burguer King se sitúan entre las mejores. Por el contrario las hamburguesas del Vips, o incluso las de Fast Good (supuestamente sanas) se situan entre las más calóricas, caras y con mayor contenido en “grasas trans”.
Seguro que a vuestra mente os vendrán imágenes del documental famoso sobre que ocurre si comes hamburguesas durante un mes. Bueno, seguro que cosas peores ocurrirían si se os ocurre comer caviar de beluga 30 días seguidos. Los problemas serían mayores, y no solo con el banco.
Por lo general casi todas las hamburguesas no pasan del 50 % de carne en su composición. Con porcentajes de grasa de hasta el 30%. Eso sí, las hamburguesas de pollo son “más saludables” que las de carne de vacuno.
Por marcas y comparadas las marcas la Mcroyal deluxe de McDonald’s resulta con mejor calidad, seguida muy de cerca por la Whopper de Burger King.
De las hamburguesas con más fama de ser las más saludables, Roma Burguer de Tony Roma’s, Le Grand chef de Foster’s Hollywood (la única 100% Vacuno) Italian burger de Fast Good y la Hamburguesa francesa de VIPS. Además de caras, son las que contienen más grasas saturadas y están compuestas de carnes mediocres.


Vía: Directo al paladar.

jueves, 13 de noviembre de 2008

CORREN MALOS TIEMPOS....


Una tarde un famoso banquero iba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo césped.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
¿Por qué están comiéndose el césped?
No tenemos dinero para comida. - dijo el pobre hombre - Por eso tenemos que comer césped.
Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré - dijo el banquero...
Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de aquél árbol.
Que vengan también, - dijo nuevamente el banquero...
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
- Ud. también puede venir.
El hombre, con una voz lastimosa dijo: - Pero, Sr., yo también tengo esposa y seis hijos conmigo!
Pues que vengan también. - respondió el banquero.
Entraron todos en el enorme y lujoso coche. Una vez en camino, uno de los hombres miró al banquero y le dijo: - Sr., es usted muy bueno. Muchas gracias por llevarnos a todos!!!
El banquero le contestó: -¡Hombre, no tenga vergüenza, soy muy feliz de hacerlo!. Les va a encantar mi casa.... ¡El césped está como de veinte centímetros de alto!
Moraleja: Cuando creas que un banquero te está ayudando, piénsalo dos veces.

viernes, 7 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

Gourmand, Gourmet….


Hace ya unas lunas se nos incorporó un nuevo miembro que en un comentario por ahí, se declaraba más gourmand que gourmet y servidor, aunque leido e instruido, se quedó cavilando.

Pues efectivamente como decía el gran Pío Baroja " La verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices" y es este uno de esos casos que no hay que dejar pasar sin aclarar, aunque solo sea por fidelidad al objeto de este Blog.
Nosotros lo definiríamos como, aquel gourmet, sibarita o amante del buen comer, selecto, ávido y deseoso de conocimiento de la cultura gastronómica y de los secretos de cada producto.
Pero, es muy importante diferenciar ambos vocablos, que al parecer provienen de la misma raíz: la palabra arcaica «groumet», que era el mozo al que se mandaba a la bodega a sacar vino de la pipa para poner la jarra en la mesa, y pasó a designar al criado encargado de catar el vino (antiguamente se le mezclaba con agua y a veces miel, para suavizarlo) antes de servirlo en la mesa.
No obstante, la diferencia de sentido entre las dos palabras es muy curiosa ya que las dos quieren indicar que la gula domina a la persona.

Pero el «gourmet» hace del placer de la comida un refinamiento que pasa por un sutil conocimiento de lo que come, por una capacidad de distinguir sabores y fragancias, tanto en el producto en su estado natural, como en el plato en el cual se establece una alianza de consistencias, sustancias, sabores y olores, y además está enterado de las virtudes específicas de las sustancias y los preparados.
Por comparación, el «gourmand» es gobernado por la avidez, es esclavo de su deseo y algo precipitado, mientras que el «gourmet» delicadamente prueba, rememora experiencias anteriores y saca del momento un placer superior al precisar los matices. Esto se aplica al catador de vinos igual que al catador de cocina refinada.
En el uso actual de «gourmet», hay una pretensión cultural: supone el talento de hablar de comida fina y el conocimiento de usos y tradiciones diversas, entre las cuales cada provincia o cada país puede ser celebrado por algunas de sus especialidades o productos.

Una sabiduría acumulada y consciente en el «gourmet», una sensualidad y una fina sensibilidad, pero una falta de control personal en el «gourmand».

En éste es vicio, lo que en el primero es una prenda de la persona, por lo que sinceramente dudo de la auto calificación de nuestro gurú, pues después de varios veranos compartiendo aventuras y desventuras sé que el comentario en cuestión, no es si no un tímido acceso de falsa modestia.

Ánimo Senatore!,

Sé por otra parte, que no son "buenos tiempos para la rebelión" con la que está cayendo, pero....

nos encantaria saborear algun texto cocinado para la ocasión, cuando el tiempo favorezca y la marea acompañe.

QUE ES EL KINA LILLET?


En la receta del anterior artículo, aparece un ingrediente misterioso que nos ha provocado algún que otro quebradero de cabeza y que a continuación nos disponemos a desentrañar.

El Kina Lillet fue lanzado en 1895 como un aperitivo y tónico. Rápidamente se le conoció como el aperitivo de Burdeos y consistía en una mezcla de vino, quinina y licores de fruta.

En 1920 la compañía lanzó Lillet Dry para el mercado Ingles, que se mezclaba normalmente con ginebra.

Fue en los años 50 cuando un revaival de la moda de los Cócteles hizo popular de nuevo esta bebida allí.

Este hecho, coincidió con la facturación de la que con toda solemnidad, Sir Ian Fleming aseguró iba a ser "la historia de espías que acabaría con todas las historias de espías", y en la cual incluyó la famosa receta que su personaje aportaría a la historia del Coctel....The Vesper, .... tiempo después sería suplantado y ensombrecido, por el Vodka Martini por supuesto, ...cosas del marketing.

En cualquier caso la receta es como sigue:

- 3 partes de ginebra Gordon´s

- 1 parte de Vodka

- 1/2 parte de Kina Lillet

- Agitar y servir con una rayadura de limón.

Parece ser que Sir. Ian Fleming no fue preciso ni exacto al dar su receta, según Kingsley Amis, autor de "El libro de Bond", pues la quinina en el Kina Lillet habría hecho la bebida demasiado amarga y debería haber sido hecha con "Lillet Vermouth" que yo supongo que es a lo que se refería, y no es cuestión de ponerse quisquillosos a estas alturas del partido.

Desafortunadamente no podemos ni siquiera comprobar la teoría del fulano este, pues la receta de la bebida de marras, cambió en 1986 reduciendo la cantidad de quinina y por tanto su amargor. El resultado de nuestros días, es una bebida afrutada con un pronunciado sabor a naranja.

Intentar adquirir Lillet, no parece fácil, aunque no me extrañaría que con la publicidad de las ultimas entregas de nuestro espía favorito, espabilasen en fabrica y empezasen a distribuir de nuevo.

Estos son dos distribuidores del Reino0 Unido y USA respectivamente, que a lo mejor dan pistas.

http://www.thedrinkshop.com/products/nlpdetail.php?prodid=1810 UK.

http://morrellwine.com/product_descr.php?pid=1106060 USA.


Mr. Ian Fleming´s Martini Masterclass

ME PERMITO LLAMAR VUESTRA ATENCIÓN SOBRE UN NUEVO ENLACE CON RECETAS DE COCKTAILS




LA RECETA DEL DRY MARTINI .


“La revelación se muestra en todo su esplendor cuando descubres que lo que en su momento creíste nuevo y revolucionario en realidad siempre había estado dentro de ti, adormecido, esperando a que llegase el martini perfecto”.Dede Ryan en Paul Auster (ed.), Creía que mi padre era Dios.


Cinco páginas web, cinco recetas distintas...
De ginebra o de vodka...
Sin limón o con él...
Hielo picado o cubitos...
Una o tres aceitunas...
La forma de la copa...
Y sobre todo las proporciones:
¿la mitad de vermú?
¿Sólo la quinta parte?
¿Dos partes sobre trece?


¿Había que solucionar esta laguna, no creeis?

miércoles, 5 de noviembre de 2008

D. LUIS...¡¡¡FALTAN SOLO CINCO DIAS!!!


LA MEJOR ESCUELA PARA MAYORDOMOS INGLESES


Habia oido hablar de ella, pero claro, como en casi todo, al final el éxito de algo depende de la persona que está detrás del telón y en este caso parece que se trata de alguien muy por encima de los estándares.


http://www.butler-valetschool.co.uk/index.htm

sábado, 25 de octubre de 2008

PRIMERA DE UNA SERIE DE RESPUESTAS EPISTOLARES A JOVENES DE LOS QUE YA NO QUEDAN...


Distinguido Caballero,

Con cierta sorpresa, pero con gran emoción, contesto a su carta del día Martes 21 de Octubre, en la que me agradece las atenciones y el amable trato para con usted, y dice seguir mis instrucciones en diversas materias, de las que sinceramente, no estoy muy al tanto.
Me veo pues, en el compromiso de contestar a su exquisita misiva para ponerle al cabo de algunas cuestiones sobre mi persona que de seguro serán de su interés.


A pesar de no proceder de una estirpe con linaje probado, aunque el tío abuelo Eustaquio entroncó en segundas nupcias con una sobrina política del Marqués de Ripollét; en casa albergamos algunas obras de arte que son muy de mi gusto y otras más del parecer de mamá.
Entre ellas se encuentra mi favorita; se trata de un lienzo con motivos caninos jugando billiards, obra sin par hasta donde nosotros conocemos, y de la que Papá jamás se quiso desprender por muy desagradables que se pusieran esos señores que venían de cuando en cuando a llevarse cosas, pues mi padre fue en vida generoso hasta extremos sorprendentes. Mis numerosas visitas de trabajo como supervisora general de residuos, a los distintos museos de esta Villa me han confirmado que no existe copia alguna a nivel local, que ya es decir. Sin embargo no le puedo confirmar este extremo a nivel internacional, y aunque gracias a Dios no nos hemos visto en la necesidad de salir de nuestra capital Madrid, en más de seis generaciones, no tenemos noticia de que se encuentre alguna copia entre los más destacados museos del mundo, lo cual reafirma la teoría de Papá y nos colma de orgullo y satisfacción.


En lo tocante a platos, con todo el dolor de mi corazón le tengo que reconocer mi desconocimiento y profunda ignorancia acerca de esta notable rama de la ornamentación doméstica. En casa poseemos unos maravillosos juegos de vajilla metálicos lacados en blanco y con bordes azul añil sin apenas reflejo pero con algún que otro desconchón por el demasiado uso.
Fueron adquiridos en su día al Sr. Quai Fú que tiene una tienda desde hace ya en la esquina de nuestro inmueble y posee uno de los establecimientos más variopintos de todo nuestro vecindario. Se lo puedo presentar cuando usted guste, pero temo que si bien pudieran tener cosas en común, la insalvable barrera de la comunicación sea un escollo engorroso en este caso, pues aunque el Sr. Fú lleva muchos años entre nosotros, no acaba de desarrollar la destreza necesaria para poder articular de forma comprensible nuestra maravillosa pero dificil lengua.


A modo de corolario epistolar y en otro orden de cosas, decirle que como el inmueble donde resido ha sido alquilado a mi familia desde hace ya algunas generaciones, me hallo en una situación de alquiler de renta antigua muy ventajosa, a pesar de que el edificio en cuestión adolezca de algunas mermas que hacen los sinsabores del día a día menos llevaderos de lo que deberían en una dama entrada en su otoño como es mi caso. Entre ellos el hecho cierto, de no tener instalación telefónica y por tanto carecer de terminal desde donde pudiéramos haber mantenido una agradable conversación acerca de todas esas cosas bonitas de las que usted me narra.

Quedo a la espera de sus noticias y anhelo esa cita en el museo en la que podamos por fin conocernos en persona.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Y aviso,... como lo que venga a continuación sea en tono lastimero de victima injustamente vilipendiada, no tendré el más mínimo reparo en llevar a cabo mis amenazas anteriores...

Queda dicho
!

REBELIÓN EN LA GRANJA, O COMO PERDER ANTES DE EMPEZAR.








"Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír".



George Orwell






La libertad de prensa.

Este libro fue pensado hace bastante tiempo. Su idea central data de 1937, pero su redacción no quedó terminada hasta finales de 1943. En la época en que se escribió, era obvio que encontraría grandes dificultades para editarse (a pesar de que la escasez de libros existentes garantizaba que cualquier volumen impreso se vendería) y, efectivamente, el libro fue rechazado por cuatro editores. Tan sólo uno de ellos lo hizo por motivos ideológicos; otros dos habían publicado libros antirrusos durante años y el cuarto carecía de ideas políticas definidas. Uno de ellos estaba decidido a lanzarlo pero, después de un primer momento de acuerdo, prefirió consultar con el Ministerio de Información que, al parecer, le había avisado y hasta advertido severamente sobre su publicación. He aquí un extracto de una carta del editor, en relación con la consulta hecha:
«Me refiero a la reacción que he observado en un importante funcionario del Ministerio de Información con respecto a Rebelión en la granja. Tengo que confesar que su opinión me ha dado mucho que pensar... Ahora me doy cuenta de cuán peligroso puede ser el publicarlo en estos momentos porque, si la fábula estuviera dedicada a todos los dictadores y a todas las dictaduras en general, su publicación no estaría mal vista, pero la trama sigue tan fielmente el curso histórico de la Rusia de los Soviets y de sus dos dictadores que sólo puede aplicarse a aquel país, con exclusión de cualquier otro régimen dictatorial. Y otra cosa: sería menos ofensiva si la casta dominante que aparece en la fábula no fuera la de los cerdos.* Creo que la elección de estos animales puede ser ofensiva y de modo especial para quienes sean un poco susceptibles, como es el caso de los rusos. »
* No está claro quién ha sugerido esta modificación, si es idea propia del Sr. X... o si proviene del propio Ministerio. Pero parece tener marchamo oficial. (Nota de G. Orwell.) Asuntos de esta clase son siempre un mal síntoma. Como es obvio, nada es menos deseable que un departamento ministerial tenga facultades para censurar libros (excepción hecha de aquellos que afecten a la seguridad nacional, cosa que, en tiempo de guerra, no puede merecer objeción alguna) que no estén patrocinados oficialmente. Pero el mayor peligro para la libertad de expresión y de pensamiento no proviene de la intromisión directa del Ministerio de Información o de cualquier organismo oficial. Si los editores y los directores de los periódicos se esfuerzan en eludir ciertos temas no es por miedo a una denuncia: es porque le temen a la opinión pública.



En este país, la cobardía intelectual es el peor enemigo al que han de hacer frente periodistas y escritores en general. Es éste un hecho grave que, en mi opinión, no ha sido discutido con la amplitud que merece.
Cualquier persona cabal y con experiencia periodística tendrá que admitir que, durante esta guerra, la censura oficial no ha sido particularmente enojosa. No hemos estado sometidos a ningún tipo de «orientación» o «coordinación» de carácter totalitario, cosa que hasta hubiera sido razonable admitir, dadas las circunstancias.



Tal vez la prensa tenga algunos motivos de queja justificados pero, en conjunto, la actuación del gobierno ha sido correcta y de una clara tolerancia para las opiniones minoritarias. El hecho más lamentable en relación con la censura literaria en nuestro país ha sido principalmente de carácter
voluntario. Las ideas impopulares, según se ha visto, pueden ser silenciadas y los hechos desagradables ocultarse sin necesidad de ninguna prohibición oficial. Cualquiera que haya vivido largo tiempo en un país extranjero podrá contar casos de noticias sensacionalistas que ocupaban titulares y acaparaban espacios incluso excesivos para sus méritos.



Pues bien, estas mismas noticias son eludidas por la prensa británica, no porque el gobierno las prohíba, sino porque existe un acuerdo general y tácito sobre ciertos hechos que «no deben» mencionarse. Esto es fácil de entender mientras la prensa británica siga tal como está: muy centralizada y propiedad, en su mayor parte, de unos pocos hombres adinerados que tienen muchos motivos para no ser demasiado honestos al tratar ciertos temas importantes. Pero esta misma clase de censura velada actúa también sobre los libros y las publicaciones en general, así como sobre el cine, el teatro y la radio.



Su origen está claro: en un momento dado se crea una ortodoxia, una serie de ideas que son sumidas por las personas bienpensantes y aceptadas sin discusión alguna. No es que se prohíba concretamente decir «esto» o «aquello», es que «no está bien» decir ciertas cosas, del mismo modo que en la época victoriana no se aludía a los pantalones en presencia de una señorita. Y cualquiera que ose desafiar aquella ortodoxia se encontrará silenciado con sorprendente eficacia. De ahí que casi nunca se haga caso a una opinión realmente independiente ni en la prensa popular ni en las publicaciones minoritarias e intelectuales.
En este instante, la ortodoxia dominante exige una admiración hacia Rusia sin asomo de crítica. Todo el mundo está al cabo de la calle de este hecho y, por consiguiente, todo el mundo actúa en consonancia. Cualquier crítica seria al régimen soviético, cualquier revelación de hechos que el gobierno ruso prefiera mantener ocultos, no saldrá a la luz. Y lo peor es que esta conspiracion nacional para adular a nuestro aliado se produce a pesar de unos probados antecedentes de tolerancia intelectual muy arraigados entre nosotros. Y así vemos, paradójicamente, que no se permite criticar al gobierno soviético, mientras se es libre de hacerlo con el nuestro.



Será raro que alguien pueda publicar un ataque contra Stalin, pero es muy socorrido atacar a Churchill desde cualquier clase de libro o periódico. Y en cinco años de guerra -durante dos o tres de los cuales luchamos por nuestra propia supervivencia- se escribieron incontables libros, artículos y panfletos que abogaban, sin cortapisa alguna, por llegar a una paz de compromiso, y todos ellos aparecieron sin provocar ningún tipo de crítica o censura.
Mientras no se tratase de comprometer el prestigio de la Unión Soviética, el principio de libertad de expresión ha podido mantenerse vigorosamente. Es cierto que existen otros temas proscritos, pero la actitud hacia la URSS es el síntoma más significativo. Y tiene unas características completamente espontáneas, libres de la influencia de cualquier grupo de presión.




El servilismo con el que la mayor parte de la intelligentsia británica se ha tragado y repetido los tópicos de la propaganda rusa desde 1941 sería sorprendente, si no fuera porque el hecho no es nuevo y ha ocurrido ya en otras ocasiones. Publicación tras publicación, sin controversia alguna, se han ido aceptando y divulgando los puntos de vista soviéticos con un desprecio absoluto hacia la verdad histórica y hacia la seriedad intelectual.




Por citar sólo un ejemplo: la BBC celebró el XXV aniversario de la creación del Ejército Rojo sin citar para nada a Trotsky, lo cual fue algo así como conmemorar la batalla de Trafalgar sin hablar de Nelson. Y, sin embargo, el hecho no provocó la más mínima protesta por parte de nuestros intelectuales. En las luchas de la Resistencia de los países ocupados por los alemanes, la prensa inglesa tomó siempre partido al lado de los grupos apoyados por Rusia, en tanto que las otras facciones eran silenciadas (a veces con omisión de hechos probados) con vistas a justificar esta postura. Un caso particularmente demostrativo fue el del coronel Mijáilovich, líder de los chetniks yugoslavos.



Los rusos tenían su propio protegido en la persona del mariscal Tito y acusaron a Mijáilovich de colaboración con los alemanes. Esta acusación fue inmediatamente repetida por la prensa británica. A los partidarios de Mijáilovich no se les dio oportunidad alguna para responder a estas acusaciones e incluso fueron silenciados hechos que las rebatían, impidiendo su publicación.




En julio de 1943 los alemanes ofrecieron una recompensa de 100.000 coronas de oro por la captura de Tito y otra igual por la de Mijáilovich. La prensa inglesa resaltó mucho lo ofrecido por Tito, mientras sólo un periódico (y en letra menuda) citaba la ofrecida por Mijáilovich. Y, entre tanto, las acusaciones por colaboracionismo eran incesantes... Hechos muy similares ocurrieron en España durante la Guerra Civil. También entonces los grupos republicanos a quienes los rusos habían decidido eliminar fueron acusados entre la indiferencia de nuestra prensa de izquierdas; y cualquier escrito en su defensa, aunque fuera una simple carta al director, vio rechazada su publicación. En aquellos momentos no sólo se consideraba reprobable cualquier tipo de crítica hacia la URSS, sino que incluso se mantenía secreta. Por ejemplo: Trotsky había escrito poco antes de morir una biografía de Stalin. Es de suponer que, si bien no era una obra totalmente imparcial, debía ser publicable y, en consecuencia, vendible. Un editor americano se había hecho cargo de su publicación y el libro estaba ya en prensa. Creo que habían sido ya corregidas las pruebas, cuando la URSS entró en la guerra mundial. El libro fue inmediatamente retirado. Del asunto no se dijo ni una sola palabra en la prensa británica, aunque la misma existencia del libro y su supresión eran hechos dignos de ser noticia.




Creo que es importante distinguir entre el tipo de censura que se imponen voluntariamente los intelectuales ingleses y la que proviene de los grupos de presión. Como es obvio, existen ciertos temas que no deben ponerse en tela de juicio a causa de los intereses creados que los rodean. Un caso bien conocido es el tocante a los médicos sin escrúpulos.
También la Iglesia Católica tiene considerable influencia en la prensa, una influencia capaz de silenciar muchas críticas. Un escándalo en el que se vea mezclado un sacerdote católico es algo a lo que nunca se dará publicidad, mientras que si el mismo caso ocurre con uno anglicano, es muy probable que se publique en primera página, como ocurrió con el caso del rector de Stiffkey. Asimismo, es muy raro que un espectáculo de tendencia anticatólica aparezca en nuestros escenarios o en nuestras pantallas. Cualquier actor puede atestiguar que una obra de teatro o una película que se burle de la Iglesia Católica se exponen a ser boicoteados desde los periódicos y condenados al fracaso. Pero esta clase de hechos son comprensibles y además inofensivos. Toda gran organización cuida de sus intereses lo mejor que puede y, si ello se hace a través de una propaganda descubierta, nada hay que objetar.
Uno no debe esperar que el Daily Worker publique algo desfavorable para la URSS, ni que el Catholic Herald hable mal del Papa. Esto no puede extrañar a nadie, pero lo que sí es inquietante es que, dondequiera que influya la URSS con sus especiales maneras de actuar, sea imposible esperar cualquier forma de crítica inteligente ni honesta por parte de escritores de signo liberal inmunes a todo tipo de presión directa que pudiera hacerles falsear sus opiniones. Stalin es sacrosanto y muchos aspectos de su política están por encima de toda discusión. Es una norma que ha sido mantenida casi universalmente desde 1941 pero que estaba orquestada hasta tal punto, que su origen parecía remontarse a diez años antes. En todo aquel tiempo las críticas hacia el régimen soviético ejercidas desde la izquierda tenían muy escasa audiencia. Había, sí, una gran cantidad de literatura antisoviética, pero casi toda procedía de zonas conservadoras y era claramente tendenciosa, fuera de lugar e inspirada por sórdidos motivos. Por el lado contrario hubo una producción igualmente abundante, y casi igualmente tendenciosa, en sentido pro ruso, que comportaba un boicot a todo el que tratara de discutir en profundidad cualquier cuestión importante.
Desde luego que era posible publicar libros antirrusos, pero hacerlo equivalía a condenarse a ser ignorado por la mayoría de los periódicos importantes. Tanto pública como privadamente se vivía consciente de que aquello «no debía» hacerse y, aunque se arguyera que lo que se decía era cierto, la respuesta era tildarlo de «inoportuno» y «al servicio de» intereses reaccionarios. Esta actitud fue mantenida apoyándose en la situación internacional y en la urgente necesidad de sostener la alianza anglorrusa; pero estaba claro que se trataba de una pura racionalización. La gran mayoría de los intelectuales británicos había estimulado una lealtad de tipo nacionalista hacia la Unión Soviética y, llevados por su devoción hacia ella, sentían que sembrar la duda sobre la sabiduría de Stalin era casi una blasfemia.
Acontecimientos similares ocurridos en Rusia y en otros países se juzgaban según distintos criterios. Las interminables ejecuciones llevadas a cabo durante las purgas de 1936 a 1938 eran aprobadas por hombres que se habían pasado su vida oponiéndose a la pena capital, del mismo modo que, si bien no había reparo alguno en hablar del hambre en la India, se silenciaba la que padecía Ucrania. Y si todo esto era evidente antes de la guerra, esta atmósfera intelectual no es, ahora, ciertamente mejor.
Volviendo a mi libro, estoy seguro de que la reacción que provocará en la mayoría de los intelectuales ingleses será muy simple: «No debió ser publicado». Naturalmente, estos críticos, muy expertos en el arte de difamar, no lo atacarán en -el terreno político, sino en el intelectual. Dirán que es un libro estúpido y tonto y que su edición no ha sido más que un despilfarro de papel. Y yo digo que esto puede ser verdad, pero no «toda la verdad» del asunto. No se puede afirmar que un libro no debe ser editado tan sólo porque sea malo.
Después de todo, cada día se imprimen cientos de páginas de basura y nadie le da importancia. La intelligentsia británica, al menos en su mayor parte, criticará este libro porque en él se calumnia a su líder y con ello se perjudica la causa del progreso. Si se tratara del caso inverso, nada tendrían que decir aunque sus defectos literarios fueran diez veces más patentes. Por ejemplo, el éxito de las ediciones del Left Book Club durante cinco años demuestra cuán tolerante se puede llegar a ser en cuanto a la chabacanería y a la mala literatura que se edita, siempre y cuando diga lo que ellos quieren oír.
El tema que se debate aquí es muy sencillo: ¿Merece ser escuchado todo tipo de opinión, por impopular que sea? Plantead esta pregunta en estos términos y casi todos los ingleses sentirán que su deber es responder: «Sí». Pero dadle una forma concreta y preguntad: ¿Qué os parece si atacamos a Stalin? ¿Tenemos derecho a ser oídos? Y la respuesta más natural será: «No». En este caso, la pregunta representa un desafío a la opinión ortodoxa reinante y, en consecuencia, el principio de libertad de expresión entra en crisis.



De todo ello resulta que, cuando en estos momentos se pide libertad de expresión, de hecho no le pide auténtica libertad. Estoy de acuerdo en que siempre habrá o deberá haber un cierto grado de censura mientras perduren las sociedades organizadas. Pero «libertad», como dice Rosa Luxemburg, es «libertad para los demás». Idéntico principio contienen las palabras de Voltaire: «Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo». Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse por los mismos inequívocos caminos. Tanto la democracia capitalista como las versiones occidentales del socialismo han garantizado hasta hace poco aquellos principios. Nuestro gobierno hace grandes demostraciones de ello. La gente de la calle -en parte quizá porque no está suficientemente imbuida de estas ideas hasta el punto de hacerse intolerante en su defensa- sigue pensando vagamente en aquello de: «Supongo que cada cual tiene derecho a exponer su propia opinión». Por ello incumbe principalmente a la intelectualidad científica y literaria el papel de guardián de esa libertad que está empezando a ser enospreciada en la teoría y en la práctica.
Uno de los fenómenos más peculiares de nuestro tiempo es el que ofrece el liberal renegado.
Los marxistas claman a los cuatro vientos que la «libertad burguesa» es una ilusión, mientras una creencia muy extendida actualmente argumenta diciendo que la única manera de defender la libertad es por medio de métodos totalitarios. Si uno ama la democracia, prosigue esta argumentación, hay que aplastar a los enemigos sin que importen los medios utilizados. ¿Y quiénes son estos enemigos? Parece que no sólo son quienes la atacan abierta y concienzudamente, sino también aquellos que «objetivamente» la perjudican propalando doctrinas erróneas.



En otras palabras:
defendiendo la democracia acarrean la destrucción de todo pensamiento independiente.
Éste fue el caso de los que pretendieron justificar las purgas rusas. Hasta el más ardiente rusófilo tuvo dificultades para creer que todas las víctimas fueran culpables de los cargos que se les imputaban. Pero el hecho de haber sostenido opiniones heterodoxas representaba un perjuicio para el régimen y, por consiguiente, la masacre fue un hecho tan normal como las falsas acusaciones de que fueron víctimas. Estos mismos argumentos se esgrimieron para justificar las falsedades lanzadas por la prensa de izquierdas acerca de los trotskistas y otros grupos republicanos durante la Guerra Civil española. Y la misma historia se repitió para criticar abiertamente el hábeas corpus concedido a Mosley cuando fue puesto en libertad en 1943.
Todos los que sostienen esta postura no se dan cuenta de que, al apoyar los métodos totalitarios, llegará un momento en que estos métodos serán usados «contra» ellos y río «por» ellos. Haced una costumbre del encarcelamiento de fascistas sin juicio previo y tal vez este proceso no se limite sólo a los fascistas. Poco después de que al Daily Worker le fuera levantada la suspensión, hablé en un College del sur de Londres. El auditorio estaba formado por trabajadores y profesionales de la baja clase media, poco más o menos el mismo tipo de público que frecuentaba las reuniones del Left Book Club. Mi conferencia trataba de la libertad de prensa y, al término de la misma y ante mi asombro, se levantaron varios espectadores para preguntarme «si en mi opinión había sido un error levantar la prohibición que impedía la publicación del Daily Worker». Hube de preguntarles el porqué y todos dijeron que «era un periódico de dudosa lealtad y por tanto no debía tolerarse su publicación en tiempo de guerra». El caso es que me encontré defendiendo al periódico que más de una vez se había salido de sus casillas para atacarme. ¿Dónde habían aprendido aquellas gentes puntos de vista tan totalitarios? Con toda seguridad debieron aprenderlos de los mismos comunistas.
La tolerancia y la honradez intelectual están muy arraigadas en Inglaterra, pero no son indestructibles y si siguen manteniéndose es, en buena parte, con gran esfuerzo.



El resultado de predicar doctrinas totalitarias es que lleva a los pueblos libres a confundir lo que es peligroso y lo que no lo es. El caso de Mosley es, a este efecto, muy ilustrativo. En 1940 era totalmente lógico internarlo, tanto si era culpable como si no lo era. Estábamos entonces uchando por nuestra propia existencia y no podíamos tolerar que un posible colaboracionista anduviera suelto. En cambio, mantenerlo encarcelado en 1943, sin que mediara proceso alguno, era un verdadero ultraje. La aquiescencia general al aceptar este hecho fue un mal síntoma, aunque es cierto que la agitación contra la liberación de Mosley fue en gran parte ficticia y, en menor parte, manifestación de otros motivos de descontento. ¡Sin embargo, cuán evidente resulta, en el actual deslizamiento hacia los sistemas fascistas, la huella de los antifascismos de los últimos diez años y la falta de escrúpulos por ellos acuñada!



Es importante constatar que la corriente rusófila es sólo un síntoma del debilitamiento general de la tradición liberal. Si el Ministerio de Información hubiera vetado definitivamente la publicación de este libro, la mayoría de los intelectuales no hubiera visto nada inquietante en todo ello. La lealtad exenta de toda crítica hacia la URSS pasa a convertirse en ortodoxia, y, dondequiera que estén en juego los intereses soviéticos, están dispuestos no sólo a tolerar la censura sino a falsificar deliberadamente la Historia. Por citar sólo un caso. A la muerte de John Reed, el autor de Diez días que conmovieron al mundo -un relato de primera mano de las jornadas claves de la Revolución rusa-, los derechos del libro pasaron a poder del Partido Comunista británico, a quien el autor, según creo, los había legado. Algunos años más tarde, los comunistas ingleses destruyeron en gran parte la edición original, lanzando después una versión amañada en la que omitieron las menciones a Trotsky así como la introducción escrita por el propio Lenin. Si hubiera existido una auténtica intelectualidad liberal en Gran Bretaña, este acto de piratería hubiera sido expuesto y denunciado en todos los periódicos del país. La realidad es que las protestas fueron escasas o nulas. A muchos, aquello les pareció la cosa más natural. Esta tolerancia que llega a lo indecoroso es más significativa aún que la corriente de admiración hacia Rusia que se ha impuesto en estos días. Pero probablemente esta moda no durará. Preveo que, cuando este libro se publique, mi visión del régimen soviético será la más comúnmente aceptada. ¿Qué puede esto significar? Cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente un progreso, porque el verdadero enemigo está en la creación de una mentalidad «gramofónica» repetitiva, tanto si se está como si no de acuerdo con el disco que suena en aquel momento.



Conozco todos los argumentos que se esgrimen contra la libertad de expresión y de pensamiento, argumentos que sostienen que no «debe» o que no «puede» existir. Yo, sencillamente, respondo a todos ellos diciéndoles que no me convencen y que nuestra civilización está basada en la coexistencia de criterios opuestos desde hace más de 400 años. Durante una década he creído que el régimen existente en Rusia era una cosa perversa y he reivindicado mi derecho a decirlo, a pesar de que seamos aliados de los rusos en una guerra que deseo ver ganada. Si yo tuviera que escoger un texto para justificarme a mí mismo elegiría una frase de Milton que dice así: «Por las conocidas normas de la vieja libertad».
La palabra vieja subraya el hecho de que la libertad intelectual es una tradición profundamente arraigada sin la cual nuestra cultura occidental dudosamente podría existir. Muchos intelectuales han dado la espalda a esta tradición, aceptando el principio de que una obra deberá ser publicada o prohibida, loada o condenada, no por sus méritos sino según su oportunidad ideológica o política. Y otros, que no comparten este punto de vista, lo aceptan, sin embargo, por cobardía. Un buen ejemplo de esto lo constituye el fracaso de muchos pacifistas incapaces de elevar sus voces contra el militarismo ruso. De acuerdo con estos pacifistas, toda violencia debe ser condenada, y ellos mismos no han vacilado en pedir una paz negociada en los más duros momentos de la guerra. Pero, ¿cuándo han declarado que la guerra también es censurable aunque la haga el Ejército Rojo? Aparentemente, los rusos tienen todo su derecho a defenderse, mientras nosotros, si lo hacemos, caemos en pecado mortal. Esta contradicción sólo puede explicarse por la cobardía de una gran parte de los intelectuales ingleses cuyo patriotismo, al parecer, está más orientado hacia la URSS que hacia la Gran Bretaña.
Conozco muy bien las razones por las que los intelectuales de nuestro país demuestran su pusilanimidad y su deshonestidad; conozco por experiencia los argumentos con los que retenden justificarse a sí mismos. Pero, por eso mismo, sería mejor que cesaran en sus desatinos intentando defender la libertad contra el fascismo. Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír. La gente sigue vagamente adscrita a esta doctrina y actúa según ella le dicta. En la actualidad, en nuestro país —y no ha sido así en otros, como en la republicana Francia o en los Estados Unidos de hoy— los liberales le tienen miedo a la libertad y los intelectuales no vacilan en mancillar la inteligencia: es para llamar la atención sobre estos hechos por lo que he escrito este prólogo.



"Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír"



...y ya empiezo a estar cansado de esta nueva tónica que se apodera de nuestra cultura a nivel nacional como un cancer y que hace honor a ese nefasto e irónico aforismo de que "Aquel que quiera tener la razon… de justo la tendrá con tan solo tener lengua." Anda y vete al carajo ya!

Ismael,...llega el invierno, ... creo que no te soporto....y para contrarestar tus sucias, rastreras y despreciables maniobras de manipulador de parvulos, como MasterBloguer de esta cosa que soy, y con caracter totalitario, me estoy planteando seriamente ponerte de patitas en la calle, para que vayas a censurar y a dar por culo a lugares donde eso guste, que los hay....





ADIOS

Recientes acontecimientos han provocado que pierda la fe en este blog.

Siento que ya no es el lugar donde poder expresar cierta manera de ver y entender el mundo.

Seguir podría llegar a convertirse en algo aburrido.

Me voy ahora que todavía tengo presente la frescura.

Au revoir mes amis!

martes, 21 de octubre de 2008

DON LUIS M. VESTIDO

Entusiasta de la vida. Siempre he pensado que las cosas son lo que nosotros queremos ver en ellas. Y lo que nosotros vemos y sentimos al mirar esas cosas y esos seres que nos rodean es, sin duda, lo que somos.

Vamos andando por el globo terráqueo y nos encontramos un viejo maletín abandonado en la calle: hay personas que sólo ven basura; otros ven un pequeño obstáculo en su camino; algunos, simplemente, ven un viejo maletín abandonado en la calle; unos pocos, una posibilidad de negocio, y luego está Don Luis que ve y siente con entusiasmo que se ha encontrado un bello maletín en una fantástica calle en una maravillosa tarde otoñal.

Como dijo Peissei: “El ojo no ve en las cosas más que lo que está en su espíritu”. Nunca he conocido persona con un espíritu capaz de sentir y ver con tanto entusiasmo la belleza que hay en las cosas más simples y complejas que nos rodean.

Digamos que Don Luis es de esos personajes que hacen que un suicida despierte su pasión por esto que llamamos vida.

Cuando Don Luis arranca a hablar todo el mundo calla, todo el mundo quiere escuchar. Don Luis no sólo tiene siempre una solución para todas esas situaciones que van ocurriendo en el día a día, sino que además esa solución siempre es elegante.

A modo de corolario, nadie puede discutir que Don Luis Moll es Belleza y Entusiasmo entrañado.

Y sí así es Don Luis M. vestido, imagínenselo desnudo.

SEGUNDA DE LA SERIE: CARTAS A SEÑORAS MAYORES DE 75 RESIDENTES EN EL BARRIO DE SALAMANCA


Distinguida Señora,

Atentamente le escribo siguiendo las amables instrucciones que me ha dado por teléfono, en relación con el maravilloso plato de reflejo metálico.

La cerámica en cuestión, es un plato con la figura de caballo y caballero con lanza y liebres corriendo, reflejo metálico de la serie de "uña". La cuestión es que he adquirido uno similar, y las únicas referencias que he encontrado son el que posee la colección del Museo Arqueológico y otro que hay en la Hispanic Society de Nueva York. Desgraciadamente Estados Unidos me queda un poco lejos en estos momentos, así que mi interés se centraba en poder ver el que poseen aquí en Madrid, y del que le envío una foto perteneciente a un catálogo publicado por el museo hace muchos años, con ocasión de unas obras que se llevaron a cabo en su sede y que me parece que obligó a cerrar algunas salas o trasladar transitoriamente varias piezas.

El hecho es que aún perteneciendo al Museo, este plato no se encuentra normalmente expuesto, pues de otro modo no se me habría ocurrido molestarla.

Tengo un gran interés en ver el plato, en su anverso y sobre todo el reverso, que no aparece fotografiado en ningún sitio. Los expertos, tanto del propio Museo, la Hispanic Society, o Anthony Ray del Victoria and Albert Museum, por lo que he podido leer no se ponen de acuerdo sobre si es de Manises, Catalán... y así mismo discrepan sobre si es de comienzos o finales del S. XVI. Huelga que le diga que le estaría muy agradecido si pudiera conocer al especialista del museo en cerámica sobre estos temas, seguro que tenemos en común.

Me comentó usted por teléfono que las piezas que no pertenecen a la exposición "Tesoros del Museo Arqueológico" ya están embaladas para su traslado a Alcalá. No se si ésta en concreto también se traslada, pero quizá puede tenerse acceso a ella por la base de datos del museo, en cualquier caso yo estaría contento de verla al natural aún cuando pueda ser en el futuro o en su ubicación definitiva.

Sea como sea lo anterior, y consiga o no ver el plato, ya le doy las gracias de antemano por la exquisitez con que usted me ha tratado.

Aprovecho para desearle que pase unos buenos días de vacaciones, y que tenga un buen viaje a Londres, espero sin prisa sus noticias a la vuelta, y le reitero mi interés en pasar a saludarla cualquier día en el museo, como le dije vivo justo en frente, y para mi sería un honor conocerla en persona.

Quedo a su disposición, en lo que sea bueno.

I AGREE....

ARTE



Por algún motivo, la mancha de barro que Org dejó en la pared de su cueva al limpiarse las manos, le recordó el ciervo que se le había escapado en la cacería de la luna anterior. No pudo reprimir el impulso, y con un poco mas de barro, se retrató a si mismo junto al ciervo, esta vez sí, clavándole la lanza. Org gruñó satisfecho, y decidió que aquello era definitivamente bello.

Frulg, el mejor cazador de la tribu, contempló complaciente la obra de Org, y tras dedicarle a la pintura sus buenos cinco segundos, recriminó a Org el haber manchado la pared. Abatido, Org decidió no resignarse y volver a intentarlo. Deseaba volver a sentir la sensación de felicidad y plenitud que tuvo nada más terminar su ópera prima.

Durante dos largos inviernos, Org perfeccionó la técnica, realizando más de 25 ensayos al aire libre y dos obras murales en la cueva, con permiso de Hort, jefe de la tribu, para retratar una cacería en la que Hort destacó al derribar un toro. Y habría terminado la tercera obra de no haber sido aplastado por un caballo abatido durante una cacería.

Desde el instante en el que Org hizo el primer autoretrato, hasta nuestros días, millones de individuos han dedicado sus vidas en cuerpo y alma a entender, comprender y desarrollar eso que les hace sentir y a la vez expresar; eso que llamamos arte.

Años… siglos… milenios de estudio, de trabajo, de obsesión en aprender, crear, enseñar…

Mesopotamia… Egipto… China… Persia… Grecia… Roma… Al Ándalus…

Europa y el renacimiento… El mundo

Cientos de miles de tratados… universidades… talleres… bibliotecas… enciclopedias…

Pintura, literatura, poesía, arquitectura, escultura, música… música……… música

De todo esto, saco dos conclusiones:

1.- El que diga “sobre gustos no hay nada escrito” merece nuestro más rotundo desprecio.

2.- Siendo hoy en día el campo del arte tan descomunalmente extenso en tamaño y profundidad, yo no soy quien (por ignorancia) para erigirme en poseedor de la verdad y criticar el trabajo artístico de nadie, si bien tengo mi criterio, como todo el mundo.

No obstante, concluyo:

Que sin entrar en profundidad (de la que carezco) a analizar el trabajo artístico de Belén Arjona, persona que merece mi total respeto en todos los aspectos, opino que el mundo de la música comercial contemporánea adolece de un gravísimo defecto, consistente en aupar de la nada a la popularidad a artistas poco o nada preparados, sin estudios de ningún tipo sobre música, y en la mayoría de los casos con poco o nulo talento musical. Alguno de estos artistas consiguen al final de sus carreras, y después de una vida inmersos en la música, tener un nivel aceptable como músicos, y algunos menos, que gozaban de talento natural, crean obras maestras.

Para evitar entrar en polémicas innecesarias, no daré mi opinión personal sobre Belén como músico, pero propongo que, por el bien de esta pequeña comunidad en la que conviven distintas orientaciones artísticas y personales, de ahora en adelante, si se quiere compartir piezas artísticas, cualquiera que sea su naturaleza, nos ciñamos a obras consagradas y generalmente aceptadas como obras maestras, sin excluir artistas malditos que por su precocidad o por su no aceptación de lo políticamente correcto, aún no han sido subidos a los altares de Maestros.

No tengo ninguna duda de que Belén no es lo uno ni lo otro. Como casi todo el mundo.

Aprovecho la ocasión para enviar un fuerte saludo a Belén, a Ismael y a todo el mundo que disfruta de la música.


domingo, 19 de octubre de 2008

DELIRIO INMOBILIARIO

Hace unos meses escribí un artículo que parecía quedarse obsoleto pero que continuamente vuelve a coger vigencia. La semana pasada el presidente de la asociación de promotores y constructores de España dijo expresamente: "que nadie espere que un piso baje un 30 o un 40% porque, antes de eso, se lo regalo al banco". Tras leer este comentario decidí compartir con vosotros este artículo añadiéndole una coletilla final:


DELIRIO INMOBILIARIO

Llevamos una década padeciendo un delirio inmobiliario sin precedentes. El nido donde echar a descansar nuestras espaldas se ha convertido en el eje social, económico y político de España. Un delirio sin medida, en el que personas con trozos inútiles de tierra han sido tocados por la “fortuna”. Personas que pasaban en el momento y por el lugar adecuado, sin más merito que el de ir paseando. Dichosos ellos, y maldita la vanidad con la que han tenido que disfrazar su aleatoria gloria. Paja para una hoguera de vanidades.

Pero el fin de este artículo no es otro que el de hacer unas pinceladas sobre el surrealista cuadro nacional: dos millones de pesetas el metro cuadrado; el fenómeno de la cama caliente; el circo del caso Malaya y todos sus dantescos personajes; conversaciones sobre hipotecas como forma de vida; comunistas-promotores inmobiliarios; poceros con avión; pisos abuhardillados de 7 m2; señoras que ayer no llegaban a fin de mes y hoy alquilan con despotismo y abrigo de visón uno de sus inmuebles…

Pero lo más increíble, divertido y desconcertador que he vivido fue un bonito piso en venta en el centro de Madrid: reformado, con terraza, dos dormitorios y un cuarto de baño sin inodoro. Sí, lectores, un piso que no tenía váter. Imagínense mi cara ante el agente inmobiliario. Pero, ¿cómo que no tiene retrete?, pregunté. Y el comercial se limitó a decirme que suponía que sería por algún problema estructural, pero que si no me interesaba mejor no perder el tiempo. “No es que no me interese, es que no lo concibo”, repliqué.

Mi cabeza lleva meses dándole vueltas a ese episodio y a los inconvenientes de vivir en una casa sin retrete. En la búsqueda de una explicación, sólo he alcanzado a imaginar que el promotor inmobiliario ocupa un lugar tan elevado en esta sociedad que ha llegado a la divinidad, hasta el punto de que se le hubiesen olvidado las necesidades terrenales.


"Que nadie espere que un piso baje un 30 o un 40% porque, antes de eso, se lo regalo al banco". Pues que siga ardiendo la hoguera.

BELEN ARJONA


PORQUE NOS GUSTA, PINCHA EL NUEVO VIDEO:

http://www.los40.com/videos/videoclips/