jueves, 6 de noviembre de 2008

Gourmand, Gourmet….


Hace ya unas lunas se nos incorporó un nuevo miembro que en un comentario por ahí, se declaraba más gourmand que gourmet y servidor, aunque leido e instruido, se quedó cavilando.

Pues efectivamente como decía el gran Pío Baroja " La verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices" y es este uno de esos casos que no hay que dejar pasar sin aclarar, aunque solo sea por fidelidad al objeto de este Blog.
Nosotros lo definiríamos como, aquel gourmet, sibarita o amante del buen comer, selecto, ávido y deseoso de conocimiento de la cultura gastronómica y de los secretos de cada producto.
Pero, es muy importante diferenciar ambos vocablos, que al parecer provienen de la misma raíz: la palabra arcaica «groumet», que era el mozo al que se mandaba a la bodega a sacar vino de la pipa para poner la jarra en la mesa, y pasó a designar al criado encargado de catar el vino (antiguamente se le mezclaba con agua y a veces miel, para suavizarlo) antes de servirlo en la mesa.
No obstante, la diferencia de sentido entre las dos palabras es muy curiosa ya que las dos quieren indicar que la gula domina a la persona.

Pero el «gourmet» hace del placer de la comida un refinamiento que pasa por un sutil conocimiento de lo que come, por una capacidad de distinguir sabores y fragancias, tanto en el producto en su estado natural, como en el plato en el cual se establece una alianza de consistencias, sustancias, sabores y olores, y además está enterado de las virtudes específicas de las sustancias y los preparados.
Por comparación, el «gourmand» es gobernado por la avidez, es esclavo de su deseo y algo precipitado, mientras que el «gourmet» delicadamente prueba, rememora experiencias anteriores y saca del momento un placer superior al precisar los matices. Esto se aplica al catador de vinos igual que al catador de cocina refinada.
En el uso actual de «gourmet», hay una pretensión cultural: supone el talento de hablar de comida fina y el conocimiento de usos y tradiciones diversas, entre las cuales cada provincia o cada país puede ser celebrado por algunas de sus especialidades o productos.

Una sabiduría acumulada y consciente en el «gourmet», una sensualidad y una fina sensibilidad, pero una falta de control personal en el «gourmand».

En éste es vicio, lo que en el primero es una prenda de la persona, por lo que sinceramente dudo de la auto calificación de nuestro gurú, pues después de varios veranos compartiendo aventuras y desventuras sé que el comentario en cuestión, no es si no un tímido acceso de falsa modestia.

Ánimo Senatore!,

Sé por otra parte, que no son "buenos tiempos para la rebelión" con la que está cayendo, pero....

nos encantaria saborear algun texto cocinado para la ocasión, cuando el tiempo favorezca y la marea acompañe.

2 comentarios:

senatore dijo...

Recojo el guante, mon ami! Algo tengo en mente.

Sobre cual es vocablo más adecuado te confieso que como frecuentemente me puede la avidez (ansiedad, palabra más de actualidad y que por cierto padezco, según mi psicóloga...), y al mismo tiempo trato de que la gastronomía sea parte de mi humilde bagaje personal (y por qué no cultural, efectivamente), yo me definiría como un "Gourmetand", o sea aquel que aspira (incluso lo consigue a veces)a ser fino conocedor de lo que come, de la materia prima, su orígen, secretos, etc, etc, pero que a la hora de la verdad se lo come demasiado rápido, como si lo engullese! Esa es la realidad. Repito, recojo el guante y confío en aparecer en este blog más como Gourmet que como mozo "Sancho Panzero".

Un fuerte abrazo y até já.

Alejandro Perez dijo...

Genial!
Que te han parecido los ultimos enlaces culinarios?