miércoles, 18 de febrero de 2009

IMPERIVM


D. Luis, como ya conoce mis querencias y debilidades para con el maravilloso mundo clásico, me permito llamar su atención, sobre un sitio virtual que ofrece gran cantidad de material de calidad sobre la cultura en la que nos asentamos como "¿civilización?" : (

Le muestro un pequeño ejemplo:


LAS VIRGENES VESTALES.


Las Vírgenes Vestales eran las sacerdotisas de Vesta, diosa protectora de Roma, de la pureza y de la familia.

Elegidas de niñas entre los 6 y 10 años, debían tener salud y cuerpo perfectos. Estas mujeres contaban con beneficios y privilegios únicos. Lugares preferenciales en los juegos y los teatros, protegidas por los lictores, invitadas a los más suculentos banquetes que se pudiera imaginar fueron a su vez respetadas y adoradas por más de mil años por todos los Romanos que veían en ellas la representación de una diosa bondadosa y protectora, que avivaba la flama que habitaba en los pechos de la humanidad.

Su tarea principal, entre tantas otras de vital importancia para la religión Romana, era la de mantener viva la Llama sagrada de Vesta. Esta llama simbolizaba a Roma y se creía que si dejaba de arder una catástrofe sin igual caería sobre Roma y esta desaparecería. Durante siglos y siglos las Vestales cumplieron fielmente su tarea de proteger la llama. Pero el tiempo como también los cambios políticos y culturales del Imperio hicieron que su culto quede prohibido en la era cristiana.

Ya que era una tradición pagana muy fuerte y estaba afianzada en los corazones Romanos. Caracteristica que la convertía en un blanco preferencial de la nueva religión del estado. La orden se mantuvo vigente hasta el año 394 DC cuando el Emperador Teodosio decretara por ley que todo culto y rituales paganos en público quedaban prohibidos y se negaba su práctica. Tras este decreto el templo de Vesta fue cerrado y la Llama sagrada extinta -muchos dicen que por el mismo Teodosio-.

Las vestales que ocupaban el puesto en ese momento fueron desligadas de sus tareas y la orden continuó su vida ya sólo en la historia, como un recuerdo de una de las más grandes y hermosas tradiciones de la edad dorada de Roma.

Y tal vez quién sabe, casualidad del destino o justicia poética hacia un Emperador incrédulo, 16 años después de haber sido apagada la llama protectora cae el Imperio Romano Occidental a manos de las tribus bárbaras que invadieron la península.


Fuente del sitio: http://www.imperivm.org/

No hay comentarios: