Leo “Vota Dier” escrito en un cartel publicitario, en las paredes del metro, en un muro viejo de la ciudad. ¿Qué quiere decir el personaje que se dedica a escribir estas dos palabras por la intensa geografía urbana madrileña?
Pasan dos meses, estoy en un atasco viendo esas palabras y vuelven a aparecer esas preguntas: ¿Quién dedica tanto esfuerzo, tiempo y dinero en dejar este mensaje? Pasan los días tabulados.
Falta tiempo para respirar pero debemos averiguarlo. Curiosidad. Espero encontrar detrás una historia romántica, una reivindicación, una asociación clandestina o el nombre de un líder peruano. Abro internet, tecleo “vota Dier”, le doy al icono mágico que pone buscar. Resultado: “Dier” es le pseudónimo de un grafitero y “vota” es un artilugio para atraer la atención sobre su nombre. Así que nos encontramos ante una persona (ya no es personaje) que se dedica a poner su nombre por toda la capital.
He de comunicaros mi más profunda decepción. Unir dos palabras siempre invita a la poesía, pero esta vez no ocurrió. ¿Qué le hubiera costado tener un poquito de inquietud o humor, y haber optado por vota alegría, vota paz, vota guerra, vota sexo o vota canguro? Yo sólo pedía un estimulo grato para cuando espero el metro o cuando estoy en un atasco o cuando me asomo a mi única ventana. De nuevo nos encontramos ante un caso de egolatría grafitera mediocre. Un poquito de poesía, por favor.
Feliz Otoño compañeros de aventura humana. Bienvenidos al foro.
1 comentario:
No me extraña que Dier te decepcione, en la tierra de Aláh a los grafiteros les cortarían las manos, como a vulgares "ensuciadores".
(Échale un vistazo a "El contador de historias" de Rabih Alameddine, Ed. Lumen, literatura arábiga, tiene buena pinta...para esos ratos de tedio madrileño...)
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