Querido D. Ismael: Es mucha su urgencia e inapropiado su tono para con estas cosas que estamos dirimiendo. Como suele decir de cuando en cuando el padre de mi padre, "La precipitación, es el peor de todos los movimientos ", y usted sin duda se ha precipitado.
No haremos mucha sangre en el envite, dada su condición de extranjero, ajeno por tanto a algunas de las normas no escritas más básicas del decoro en nuestra cultura, pero sí nos vemos en la obligación de aclararle algunos puntos, para que en el futuro no vuelva a quedar, si no a la altura que le corresponde a un caballero de su valía.
En su primera proclama, titulada “ INDIGNACIÓN “ manifiesta en un sorpresivo tono de denuncia que los contados habitantes de esta aldea virtual han prestado mayores atenciones a un video que a su juicio carece valor, otorgándole excesivas y mejores valoraciones en la sección de comentarios, “levantando pasiones artísticas”, ...en detrimento de su texto, en el que dice haber volcado sus mejores intenciones.
En su primera proclama, titulada “ INDIGNACIÓN “ manifiesta en un sorpresivo tono de denuncia que los contados habitantes de esta aldea virtual han prestado mayores atenciones a un video que a su juicio carece valor, otorgándole excesivas y mejores valoraciones en la sección de comentarios, “levantando pasiones artísticas”, ...en detrimento de su texto, en el que dice haber volcado sus mejores intenciones.
Usted dice no pedir reconocimiento, si no atención en forma de crítica y de no ser así, amenaza soterradamente con cometer algún acto irracional.
Verá D. Ismael, mis primeras impresiones sobre este escrito, pasaron desde el desconcierto, hasta el estupor. Me preguntaba, qué habría podido obligar a una persona ecuánime y sosegada como usted a romper con la armonía reinante hasta el momento en esta casa, y me dispuse raudo a comprobar su denuncia.
Cual fue mi sorpresa al descubrir que si bien en cantidad de comentarios, el video superaba al escrito, estos, exceptuando uno, no eran más que comentarios sin fundamento de visitantes esporádicos, por más que buscaba, no hallaba la pasión artística por ningún lado, mientras que su texto, poseía a dos personas que no solo se lo habían leído de pe a pá, si no que le dedicaban un par de composiciones en toda regla. Lo que a nuestro juicio, es algo que va mucho más allá de un simple comentario.
Después de cavilar no largo rato, llegué a la conclusión de que un comportamiento tan irracional y egoísta, por su parte, solo podía pertenecer a un momento de enajenación transitoria provocado por una alteración hormonal, típica de estas fechas. Y así lo manifesté en mi escrito, pero parece que seguimos en fase aguda y me remite usted unas cuantas cosas más que también me veo en la obligación de aclarar.
Me mofo de usted, y es a usted a quien hay que hacer volver a la razón, es usted el que anda sacando los pies del tiesto pataleando como un niño pequeño al que le niegan un capricho.
Insultando indirectamente a nuestros lectores con preguntas como “ ¿Qué tipo de Blog estamos haciendo?” lo único que va a conseguir es granjearse fama de Prima Donna, y le recuerdo como le anuncié en su día, que aunque en esta casa es bienvenido cualquier aporte, su objetivo primero, tiene más que ver con la cocina que con las pasiones primaverales.
No contento con crear un clima enrarecido usted desea ir más allá y pretende crear una competición a modo de encuesta, en la que clama al respetable a que juzguen quién de los dos posee el mejor escrito publicado (sin duda inmejorable manera de captar y acaparar atención que no es si no su objetivo primero), y me acusa de haberle dedicado “duras” palabras a su texto. Me encantaría que usted me las mostrara…
Se lo repito, por si no le ha quedado claro, su texto me la deja lánguida, es su actitud la que me parece intolerable, y es a ella a la que me he referido en todo lo escrito.
Por último pero no por ello menos importante, no le perdono que tenga usted la desfachatez de invocar a D. Luis, santo varón, a que hable y se implique…
Déjeme contarle algo, que quizá usted desconozca. La diferencia entre participar e implicarse, y así, esa maravillosa analogía que hay para explicarla:
Participar e implicarse, es… como el cerdo y la gallina en los huevos fritos con jamón….
La gallina participa…..pero el cerdo se implica…
Como lamento D. Ismael que en esta ocasión sea usted el cerdo.
Sin otro particular y esperando de corazón una carta de disculpa se despide su amigo, que no camarada.
Alejandro P.
