lunes, 29 de octubre de 2007

NO AL ELITISMO Y LA EXCLUSIVIDAD!


He venido observando de un tiempo a esta parte, no sin cierto desasosiego, como el término que da nombre y sentido a este sitio, era asociado en exclusividad a cierto extracto social de corte más bien elevado. Y todo lo relacionado en este sentido con la acepción en concreto, era por ende vinculado a su vez a un nivel económico muy por encima de la media.
Esto no siendo del todo cierto, ha dado lugar a algunos malos entendidos que a continuación nos disponemos a subsanar.

Arrojemos pues un poco de luz sobre esta materia, para no dar rienda suelta a nuestro desdén clasista, más allá de lo que recomendaría un razonable decoro.
Según la Real academia de la lengua española:

sibarita.
(Del lat. Sybarīta, y este del gr. συβαρίτης, de Σύβαρις, Síbaris, ciudad del golfo de Tarento, en Italia, célebre por la riqueza y el refinamiento de sus habitantes).

1. adj. Dicho de una persona: Que se trata con mucho regalo y refinamiento. U. t. c. s.
2. adj. Natural de Síbaris. U. t. c. s.
3. adj. Perteneciente o relativo a esta ciudad de la Italia antigua.

Como podéis comprobar, aunque intrinsecamente se presuponga que los naturales de Síbaris nadaban en la abundancia, en ningún momento en la acepción que nos ocupa, se hace alusión a ningún tipo de estatus en especial, por lo que podemos llegar a la conclusión sin riesgo alguno a equivocarnos, que cualquier persona que preste la debida atención a aquellas cosas que le suponen una particular satisfacción y tomen cuidado de hacerlo de manera pulcra y con intención refinada, aunque sea rodeado del más sencillo y humilde escenario, será por derecho propio miembro de esta hermandad.

Ejemplo poco ortodox de Sibarita carcelario...

1 comentario:

Constantinopla Ismael dijo...

Emosiona ver como en esta nasión sigue habiendo gente con criterio.