Técnica: Obtención de pieza por precio inferior al de mercado, e incluso al del tipo de la subasta.
Riesgo: Existe riesgo evidente de perder la pieza.
Indicación: Para un elemento mas de la colección.
Como continuación a la serie de fichas sobre arte, paso a describir el comportamiento básico que se adopta ante la subasta de objetos antiguos.
Lo general del común de los mortales es seguir los siguientes pasos:
Pasar por la casa de subastas (por ejemplo Alcalá, Goya, Segres y Sotheby´s … la que sea), para solicitar información sobre las próximas sesiones y pedir el catálogo con tiempo para estudiarlo.
Una vez identificada la pieza, acercarse a verla al lugar indicado de exposición, pedir fotos y ponerse unos días a leer sobre la materia, informarnos, comentar, comparar precios…consultando toda la bibliografía y fuentes de que dispongamos.
Cerca del día de la subasta inscribirse y preguntar si existen pujas previas para estar al tanto. Si existen, sólo cabe pujar o asistir a la subasta a sufrir. Si no:
a) Si somos fríos y calculadores, asistimos el día y hora pero con una idea clara de cuanto estamos dispuestos a gastarnos. Debemos estar seguros de ello, porque para los que no hayáis estado nunca en una subasta, os diré que están diseñadas psicológicamente para que te entre un deseo irrefrenable de levantar el cartoncito o pala y pujar, incluso en lotes que no teníamos ni idea de que nos atrajeran previamente. Algo así como una locura repentina fruto del enamoramiento pasajero.
b) Si somos apasionados, como por otra parte nos corresponde, por ser coleccionistas y amar el arte, en el convencimiento de que no hay amor sin pasión, por lo menos al principio, claro, y más, teniendo en cuenta que este es el principio de una relación, donde los sentimientos están a flor de piel, que la pieza nos seduce, y que debemos estar (casi es obligado creo yo, porque si no, no merece la pena este hobby), como Orlando furioso ante el amor de Angélica: con el entendimiento perdido; a falta de Astolfo que venga en nuestra ayuda, pasamos en persona y dejamos hecha nuestra puja, o pujamos por teléfono.
c) Si además de ser fríos tenemos arrojo y coraje para soportar la idea de perder la obra, no hacer nada de lo anterior, sino ir al día siguiente, y si no se ha vendido, nos la adjudicamos en el precio de salida.
d) Sólo si se es perro viejo, uno ya está de vuelta de todo, su colección es aceptable, la pieza está bien pero tampoco nos va la vida en ello (pero es exquisita, es decir sólo para determinados coleccionistas muy especiales- porque si no, pues cualquiera puede creer que le queda bien en su salón, y como hay mucha mas gente con dinero que con gusto, puja , se la queda, y la pone encima del mueble aparador con mampara de cristal, sobre la tele, al lado del consabido Gallo, recuerdo de Lisboa (porque no nos tragimos otro recuerdo, ya que ignoramos las preciosas tiendas de antigüedades del barrio alto de esa hermosa ciudad, estandarte de una cultura marina y una historia que rivaliza, honestamente, con la nuestra, y de la que vivimos a espaldas, mirando al pais galo de frente, no se sabe muy bien por qué) estamos en tiempos de crisis y se tienen dotes para aparentar, transmitir seriedad y poder de convicción se puede intentar la siguiente técnica que yo diría que sólo es para expertos:
Se siguen los pasos 1 y 2, si nos dicen que no hay pujas, ese día, se manda a una persona distinta de uno mismo, bien arreglada, educada, que haga las veces de secretario. Según el destinatario puede ser hombre, preferentemente del tipo del acompañante-carabina de John Waine y Maureen O´hara en la deliciosa pelícla de John Ford “ El hombre tranquilo”; o mujer, también preferentemente del tipo: mujer-encanto-ojos profundos-donde están ese tipo de mujeres hoy día?- así todo junto. Y ese dìa que le diga al subastante, de manera ordenada para que se entere bien:
- Que el mandante está MUY interesado en la pieza.
- Que el mencionado no puede asistir personalmente a la subasta, como sería su voluntad, porque se encuentra en MIAMI esos días, atendiendo unos negocios con: el empresario, industrial, comerciante del tipo que se nos curra, famoso artista, el que sea que le suene al tío de la tienda de subastas de los periódicos, prensa del corazón, el que me dices , gente, la tele, o cualquier medio de comunicación en masa. Que si no se adjudica, que te avisen, que lo pondrás en su conocimiento.
Si todo esto pasa y no se vende en la subasta, te llamarán, y aquí entra el juego del experto: Se le dice a la casa de Subastas que se ponga en contacto con el dueño (que ya sabe que hay una persona MUY interesasda) y que de 6.000 Euros nada, que hablaríamos a partir de 1.500, y que el 20% de la comisión lo paga él. En esta maniobra entran en juego:
- Que si lo ha llevado a la subasta es porque no ha conseguido venderlo antes.
- Que se ha hecho ilusión de venderlo en la subasta a buen precio, y luego la desilusión de no conseguirlo, de venderlo en el precio de salida, y tampoco, pero al menos hay alguien MUY interesado.
- Hay crisis y quiere vender.
- La casa de subastas le anima porque su 20% no se lo quita nadie y le dice que es dificil que se venda…
FINAL: Siempre productivo:
- Si compramos: bién, Ganga.
- Si no: bién, hemos hecho un ejercicio muy interesante que nos ha ejercitado para otras ocasiones y nos ha proporcionado el placer que esperábamos de ésta afición, queda además el propietario dándole vueltas al asunto, y puede que en no mucho tiempo, te busque para vendértelo, pues no ha encontrado interesado en su pieza y una vez desgastado por este proceso, está convencido de que su pieza no vale tanto. Aquí se vuelve a negociar nueva bajada en el precio.
RESULTADO: Maravilloso ejemplar de la Cosmografía de Pedro Apiano, en su rara edición española, con maravilloso mapa central en el que Marte, luce en el peto el escudo de Carlos I de España, en símbolo y advertencia a los enemigos del Imperio Español, de que el dios de la guerra está al lado del emperador. Antes en el mercado, ahora: Colección particular! Y a pensar en un nuevo amor.
Anuncio de la próxima ficha: Técnica de compra en feria, a Gitano de ley, 4ª generación de de Anticuarios en su familia, en su Stand de piezas de alta època.
5 comentarios:
Simplemente delicioso, abrumadoramente ilustrativo, y cautivador. Le dan a uno ganas de apuntarse a semejante academia de la vida, pero claro, se necesitan algunas generaciones y no poca estirpe genética para resolver asuntos con la soltura y elegancia que aqui se propone.
Desearia si está en su mano, conocer más cuestiones de interés sobre estos asuntos.
Bueno al comentarista anterior le sobra estirpe para encomendarse al arte de la seducción en materia de obras de arte. Espero iniciar aventura del tipo descrito en la que poder contar con su astucia.Diversión asegurada.
bueno,a modo de curriculum: que yo tengo una caida de ojos soñadora e inocente que ni pintado para lo que se requiere, que la estirpe genética por descontado, conocimientos de arte avalados por una carrera académica,así que sólo tengo que plantarme en madrid, evitar mi muletilla "aaeee,compae!", calzarme unos tacones de esos con los que llego al 1,85, y comprarme unos trapitos asesorada por mercedes,y voilà! lista para la operación "me parto con el tronco y me llevo lo que quiero" cuenten conmigo y besos......
Varias cuestiones:
- Muy bueno caballero, creo que deberías mandarlo a una revista de subastas. Mejor, que nos lo compren.
- No se trata sólo de un decalogo para subastas, sino para cualquier tipo de negociación. Lo llevaré en el bolsillo para futuras reuniones.
- Me alegro de ver a Leonor por estos lares... ponte esos tacones.
Con tacones o sin ellos la verdad me da igual, pero solo imaginar el grado de diversión y eficacia que podríamos alcanzar con semejante fichaje, me hace pensar en los mejores momentos de esa imborrable obra de George Roy Hill, que se llamaba El Golpe. Y me gusta,...me gusta mucho...
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