martes, 29 de enero de 2008

CARTA DE DON RAFAEL A DOÑA ROSARIO



Ínclita Doña Rosario:

He recibido sus noticias pidiéndome contestación sobre temas mundanos. Mi voz no la alcanza.

Todavía resuenan en mi cerebro las escenas de la vida cotidiana con usted:

En la cocina:

- “Doña Rosario, ¿da usted su permiso?, ¿cuántos minutos tarda en cocerse un huevo?...”

- “¡Don Rafael!, no vuelva a dirigirse usted a mi en esos términos que para nada atañen a una dama como yo. En casa siempre hemos tenido cocinera y domésticos; no se tome nunca más la libertad de referirse a mi para hablar de otros temas que no sean historia, moral o religión”.


En el salón:

- “Doña Rosario, la ropa de cama que se me ha puesto esta mañana no está del todo limpia (eufemismo)…”

- “¡Don Rafael! Es usted muy especialito en esos temas. Ya le advertí una vez, y hoy le digo: “la gente de clase media-baja como usted no entiende el estilo de este piso. Haga usted el favor de abandonarlo inmediatamente!”.


Doña Rosario, ya sabe usted que la vida y la hacienda, si es necesario, al Rey se han de dar, pero el honor*, el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios**.

Mi voz no la alcanza Doña Rosario, porque usted me miraría por encima del hombro, y yo padezco de tortícolis;
Porque usted sufre de gota, y a mi me pinchan y no echo ni gota;
Porque usted es actriz, y yo no se actuar;
Porque tiene usted la piel blanca y el carácter airado: ¡QUE LE DEN VIENTO DOÑA ROSARIO!;
Porque usted tiene unos ojos grandísimos en los que refulge el símbolo del dólar, y yo no tengo dinero;
Porque su palabra es la ley y yo soy ácrata, misántropo y desordenado;
Porque todo en usted me recuerda a usted, excepto usted***, que es un ser recubierto de pellejo;
Porque le quiero y lo sabe, por eso iré a verla, ¡y me equivocaré de calle!****

Muy ilustre madama, nuestra muy cara y muy amada Doña Rosario, vos enviamos mucho a saludar como aquella que mucho amamos y apreciamos y para quien querríamos Dios diese tanta vida, salud y honra como vos misma deseáis. Nuestro señor todos tiempos os haya en especial recomienda.

Vuestro muy humilde y devoto admirador, beso vuestros pies y vuestras santas manos y muy sencillamente nos encomendamos a su Santidad la cual plega y de que nos recibiremos singular gracia y beneficio.

Rafael.
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* El honor es la calidad del alma que nos lleva a un estricto cumplimiento del deber.
** De CALDERÓN DE LA BARCA.
*** De GROUCHO MARX.
**** De HEREDIA MAYA.

3 comentarios:

McG dijo...

OH, CUÁNTO ESTILO REZUMA SU VILLA OSCURANTI POR PAPAGAYOS QUE TIENE COMO CUADROS! Y QUÉ DECIR DE SUS BODEGONES! CON ESE SUELO CRUJIENTE QUE DA GANAS DE COMERSE UN PATO LAQUEADO EN EL CHINO DEL PALACE, VERDAD DOÑA ROSARIO. PERO TE DIGO UNA COSA, CON ESE SUELO DESNIVELADO ME ES IMPOSIBLE JUGAR A LAS CANICAS, Y COMO SABES, MI INFANCIA ES MI INFANCIA. EN TU VILLA OSCURANTI LOS SUEÑOS INFANTILES ESTÁN SECUESTRADOS...PAPAGAYOS, BODEGONES, CHIRRIDOS,TELARAÑAS, SOMBRAS Y....

Unknown dijo...

Casualidades o no, aquí ando por Ciudad Rosario. Coincidencias.
Don Luis y compañía, lean entre líneas:
Casa de Comidas. Bar. Pastas caseras. Especialidades en carnes de ternera. Variedad, calidad y experiencia en comidas. Delivery.
Me parece bien.

Constantinopla Ismael dijo...

Tocar a la puerta, acompañar a Doña Rosario a sus aposentos, ver como cae su ropa y hacerle el amor. Y la acritud de Doña Rosario se tornó en gratitud a cuantos le rodeaban, incluido subarrendadores.